Increibles Sabías que

Muere el 4 de octubre y fue enterrada al día siguiente, día 15 del mismo mes

¿Te gusta el artículo? ¡Valóralo!

0 media basada en 0 votos

  • Excelente
    0
  • Muy bueno
    0
  • Normal
    0
  • Regular
    0
  • Malete
    0
No se trata de un error, 4 y 15 están bien escritos, "día siguiente", también responde a la realidad. El titular es la fecha del día de la muerte de Teresa de Jesús, el dato lo encontré en la Wikipedia, donde menciona que murió el 4 de octubre de 1582, pero su festividad se celebra el 15 de octubre. Eso me llamó mucho la atención, pues normalmente se celebra la festividad, el día de su muerte.

Me puse a rebuscar para confirmar ese dato, contrastándolo con otras fuentes de información y me confirman lo siguiente:

"Teresa de Jesús murió un 4 de octubre y fue enterrada el día siguiente, 15 del del mismo mes".

Así que todo esto merece una explicación para nuestros queridos lectores, por lo que tenemos que empezar desde lejos.

Antes de Julio César todos los años eran de 365 días; pero como como la Tierra tarda 5 horas, 48 minutos y 48 segundos más en completar la vuelta de su órbita alrededor del Sol, por eso si al cabo de cuatro años, no se hacía nada, se atrasa un día. De otro modo al cabo de muchos años el mes de enero terminaría cayendo en primavera, luego en el estío, etc.

El bueno de Julio César, para corregir esta deformidad, mandó añadir al año un día cada cuatro años (calendario juliano), de donde nos viene lo de año bisiesto.

Al día 23 de febrero lo llamaban los romanos sexto de las calendas; es decir, día sexto antes de las calendas (de marzo); y como en el año se intercalaba o añadía un día, que se hacía en aquel mes y en aquel día, había dos días sextos, de aquí vino llamar bisiesto (bis sexto) o año de dos días sextos, que constaba por lo tanto de 366 días.

Esta corrección hubiera sido perfecta si el Sol o la Tierra en su curso a más de 365 días, gastase seis horas cabales, pues éstas cada cuatro años harían un día justo. Pero como faltaban 44 minutos cada cuatro años, los cuales al cabo de 100 años llegan a componer casi un día, de aquí provino que el día del equinoccio de la primavera, que en el año 325, por ejemplo, en que se celebró el Concilio Niceno, era el 21 de marzo, se había adelantado al día 11, porque, en efecto, los once minutos anuales que faltan, como hacen una hora cada cinco años y medio, componen un día con poca diferencia cada ciento y tantos años y por consiguiente, hacían cerca de diez días en los 1255 años que pasaron desde el de 325 hasta el de 1580.

Este defecto había sido conocido ya por algunos astrónomos. El cardenal Pedro de Ailly había presentado al papa Juan XXIII, en un sínodo tenido en Roma el año 1412, un tratado para la reforma del calendario y, sin embargo, de que fue examinado por los concilios de Basilea y de Constanza, nada resolvieron sobre el particular.

En 1475, Sixto IV pensó en la reforma del calendario, y para ello consultó con Juan Muller (más conocido con el nombre de Regio Montano); pero tampoco obtuvo ningún resultado, porque murió éste en el año siguiente.

León X, en 1516, emprendió de nuevo esta reforma, y se habló de ella en el Concilio de Trento; pero esta gloria estaba reservada al papa Gregorio XIII.

Al fin de hacer una corrección exacta, se valió este papa de los conocimientos del célebre matemático y astrónomo italiano Luis Lulio o Lilio; y siguiendo sus consejos, mandó que el año 1582 se quitasen diez días al mes de octubre, de modo que el día 4 no siguiese al día5, sino el 15.

Y para precaver en lo sucesivo semejante equivocación, ordenó a demás que de cuatro años centenares, sólo uno fuese bisiesto; esto es, que fuese bisiesto el año de 1600, pero no los de 1700 y 1900, siendolo otra vez el 2000, y no los tres centenares siguientes, y así en adelante.

Rebajando, pues, tres años bisiestos, o quitando tres días en cada cuatrocientos años, se rebaja el producto de los once minutos anuales que sobran, con mayor aproximación, y pasarán muchísimos siglos sin que sea notable la diferencia.

Antes que Gregorio XIII para poner en armonía el año civil con el solar dispusiera que se suprimiera los 10 días del año 1582, como hemos dicho, pasaron del 4 de octubre al 15 del mismo mes, los días disminuian verdaderamente hasta el 11 de diciembre, cuyo día era entonces el más corto y su noche la más larga del año.

Como Teresa de Jesús murió precisamente el día 4 de octubre de 1582 (día que fue suprimido el calendario juliano), por lo que al día siguiente fue enterrada, de conformidad con lo dispuesto por el papa Gregorio –por esto se llama reforma o calendario gregorianoel 15 del mismo mes.

Por todo ello se ve que tenía razón el título de este post.

Otra cosa curiosa con respecto a este cambio, como en Rusia no se aceptó la reforma, hasta despues de la implantación del régimen comunista, la celebración de la revolución de Octubre se conmemora en noviembre.

Blogger invitado: Toni (Cosas Sencillas).

Vistos recientemente...

Memozzle, un gimmasio para las neuronas

Curiosas costumbres de Pascua

¿Cómo se están utilizando realmente los smartphone?

Cómo contratar a un programador

Adios Telepizza

01 Comment

  1. Kunteru

    Muy interesante… un poco lioso porque no lo he acabado de pillar pero muy bueno

    Saludos

    S
    ..K

    13 de julio de 2008