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Que perdemos el Norte

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[su_wiloke_sc_company_website]El Polo Norte Magnético se ha desplazado 1.100 kilómetros en el último siglo, lo que representa un movimiento sin precedentes en los últimos 2.600 años que anuncia bruscos cambios geomagnéticos futuros, según una investigación realizada por la Universidad de Oregón. La velocidad de desplazamiento del Polo Norte Magnético ha aumentado significativamente, pasando de los 10 kilómetros por año en 1970, a los 40 kilómetros anuales de la actualidad. A pesar de estas inusitadas anomalías, los investigadores no ven indicios de una nueva reversión de los polos magnéticos terrestres, tal como ocurrió hace 780.000 años.

¿Que pasaría si se invirtieran? …

Aproximadamente cada 300 mil años los polos magnéticos de la Tierra se invierten. Entonces, lo que era el norte pasa a ser el sur. ¿Cuándo ocurrirá de nuevo? Tal vez en algunos miles de años. Lee esto para que estés preparado(a).

La película El Núcleo, fruto de la más simple tradición del desastre hollywoodense, tenía cierto interés especial: dirigir nuestra atención a la importancia del campo magnético terrestre, cuyo colapso amenazaría la vida en el planeta Tierra. Pero no es sólo ciencia ficción. El campo en cuestión crea la magnetósfera, especie de burbuja que rodea a la Tierra y que la protege de la radiación espacial y las tormentas solares. Omnipresente, pese a ser imperceptible para los humanos, orienta a todas las brújulas del planeta. Se sabe, además, que orienta a las aves migratorias y existen diversos tipos de bacterias que nadan paralelamente a las líneas del campo magnético terrestre.

Se supone, por ejemplo, que las mariposas monarcas, en sus 4000 kilómetros de viaje, utilizan también la orientación magnética. Algo parecido ocurre con tortugas marinas, en sus viajes nocturnos por las profundidades oceánicas. Pero de los mecanismos que permiten a diversas especies percibir el campo magnético terrestre y guiarse por él, actuando como verdaderas brújulas vivientes(archivo pdf), queda aún muchísimo por investigar.

Hoy el polo norte magnético se encuentra en Canadá, a unos 600 kms del poblado más cercano: Resolute Bay. Fue ubicado por primera vez en 1831, por James Ross, en una accidentada expedición que encalló cuatro años en el hielo. Cuando el explorador Amundsen, unos 70 años después (1904), volvió a ubicar el polo comprobó que este se había desplazado unos 50 kilómetros.

Todos los años se mueve, cada vez más rápido, llegando a 40 km. anuales según las últimas mediciones. Además, el campo magnético total de la tierra ha disminuido su fuerza en un 10% en el último siglo.

Sin embargo, todos estos cambios podrían ser sólo la antesala de otro verdaderamente dramático; un fenómeno conocido hace tiempo por los científicos pero difícil de imaginar por el resto del planeta: la inversión de los polos.

Aproximadamente cada 300.000 años los polos intercambian su posición: el polo sur se convierte en el polo norte y viceversa. Esto ocurrió por última vez hace 700.000 años, es decir, estamos atrasados. No hay modo de predecir esta inversión, sólo tenemos la certeza de que ha ocurrido, su huella está en el magnetismo de las rocas antiguas.

Los polos magnéticos de la Tierra se han invertido ya muchas veces. Mediante modelos computacionales se ha determinado que durante el proceso de inversión, el campo magnético terrestre tendrá un comportamiento caótico,con los polos apareciendo y desapareciendo por toda la Tierra. Si nos tocara vivir un período así, las brújulas del mundo podrían asemejarse al público de un partido de tenis, que mira hacia un lado y hacia el otro(claro que cada punto duraría algunos cientos de años). Es de suponer que las aves migratorias volarían hacia cualquier lugar durante ese lapso de tiempo (aunque no hay cómo saberlo con exactitud), y que algunos satélites dejarían de funcionar correctamente. No te darías ni cuenta y de repente tendrías el polo norte o el sur debajo de tu colegio por doscientos años.

El campo magnético principal de la tierra (existen otros campos magnéticos menores) se origina en un enorme océano sumergido de hierro líquido, cuyos complejos movimientos lo generan mediante el llamado efecto dínamo. El campo magnético principal posee polos, ecuador y coordenadas, que no coinciden con los geográficos, originando la llamada declinación.Este campo está en perpetuo movimiento: se fortalece y debilita, sus polos se desplazan y en ocasiones, como señalamos, sencillamente se alternan: formidable inversión que se completa en unos pocos miles de años. Es decir, geológicamente hablando, en un instante.

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