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Ahora a todo el mundo le gusta Mozart… si es que somos más llevaderos de la moda. Yogures, cerveza, embutido con forma de violín, albóndigas, tartas, camisetas, sudaderas, jarras de cerveza, agua mineral, productos lácteos, licores, toallas, lápices, calcetines, mochilas, manteles o paraguas.
Esto es parte del merchandising que el genial músico y compositor Wolfgang Amdeus Mozart dejó tras de sí. Ni me imagino la cara que pondría ahora al ver todo esto, igual nos respondería con una de sus contagiosas y extravagantes risas como veíamos en la película.
Y es que piensan en todo: el embutido lleva nuez moscada y pistacho, productos que potencian la inteligencia.
Yo, personalmente, me enamoré de la película de Milos Forman. La ví cuando era niño, y me cautivó.