[su_wiloke_sc_company_website]Leyendo el blog de Leopoldo me encuentro una reflexión muy interesante sobre los viciosos del Counter Strike, ese juego que se ha puesto tan de moda. Creo que mucha gente cercana a mí (ellos ya saben quienes) podrían darse por aludidos con esta reflexión.
En el año 2000 aproximadamente comienzan a ponerse de moda los cybers y se vuelven un lugar habitual para todo chaval de 10 a 17 años que se la pasaba mirando TV en la casa o haciéndose la paja mirando las fotos de la revista Sie7e.
Se juntaban en el cyber a jugar a un juego llamado Counter Strike (más conocido como el Counter), que trata de la lucha Terroristas-Policías, en diferentes escenarios y que permite que varias personas jueguen a la vez en la misma pantalla.
En resumen: Cada uno tiene un arma y se cagan a tiros entre ellos, el que más mata… gana.
Hasta aquí todo perfecto. El problema es que esto se volvió algo taaan adictivo que los tíos pasan horas y horas jugando. Hacen cola para entrar al cyber (he visto que esperan en la puerta hasta que el cyber abra) y se van a sus casas con los ojos rojos y con ganas de volver mañana a pegarse otro vicio.
Hacen pirola en los colegios para ir al cyber, y ya no se juntan más para ir a jugar un futbolito en la plaza, sino para ir a jugar un counter. A mi humilde entender no pueden crecer muy saludablemente de esta manera. Para formarte como una persona normal tienes que jugar al escondite, a tula, salir a correr y al cine con tus amigos, hacer travesuras como tirar piedras y cosas asi.
Conozco casos extremos. Aquí tienen un testimonio que me contó el propio protagonista:
“Estuve como 15 horas jugando al counter, cuando salí del cyber no entendía nada, no sabía para donde encarar. Cuando iba caminando a mi casa un tipo me preguntó dónde quedaba una calle y yo no le podía responder, se me trababan las palabras”.
Se solían hacer torneos en los cyber, que para los chavales era como el mundial de fútbol, estaba en juego la reputación. Como premio había un ticket de 20 horas gratis en el cyber. Se formaban grupos de 6 o 7 (a los que llaman clanes) y empezaban a competir, como si estuviera su vida en juego. Cada uno se lleva el ratón y el teclado de la casa (es como los zapatos de cada uno), porque los del cyber están hechos mierda (la tecla A esta toda borrada y la barra espaciadora se hunde a cada rato).
Paran de jugar un momento nada más para abrir el MSN (donde van a chatear con la cyber-novia que tienen en otra ciudad) o para comprarse algo (si es posible dentro del cyber, a lo sumo se pueden cruzar al supermercado de enfrente y cuando les da la luz del sol en la cara se retuercen como drácula).
Algunos datos:
- Cuando están dentro del cyber gritan como desaforados y muy poco les importan las personas NO están jugando con ellos.
- El 60% saca la lengua cuando está jugando.
- Son pálidos y el 40% tiene acné.
- Muy poco les importa la moda y la mayoría usa zapatillas piratas, aunque tienen dinero para comprarse las originales.
- Tienen olor raro.
- El 55% tiene ortodoncias.
- Si les das una pelota no pueden hacer más de 3 toques.
- No los jodas mucho porque algún día llevan una pistola al colegio y te hacen cagar fuego.
- No saben como ponerle la cadena a la bici si se les sale.
- El 80% debería usar lentes, pero no lo hacen porque no quieren parecer tontos.
- Tienen las uñas de los pies largas.
- Pero en el fondo son buenos chicos.
Y como reflexión última
¿Eres o has sido adicto al Counter? ¿Conoces gente así? ¿Tienes alguna anécdota sobre estas personas? ¿Te excita George Clooney?
Nota: Cuando digo «Cyber» me refiero a cualquier lugar con ordenadores, como oficinas.