[su_wiloke_sc_company_website]Para poder luchar contra un problema hay que conocerlo. El concepto de SPAM es muy relativo dependiendo del país en el que nos encontremos y el desarrollo y evolución que éste haya tenido con las nuevas tecnologías. Por ejemplo, en Argentina el SPAM no está «mal visto», sino que precisamente lo toman como información interesante que se recibe en cada buzón personal.
Pero el SPAM tiene muchas caras diferentes. Las formas más comunes en las que se basa esta técnica (tan molesta en nuestro país) son las cartas en cadena y la publicidad relativa a trabajar en casa, perder peso, créditos rápidos y, por supuesto y desgraciadamente, contenido erótico para adultos.
Lo más importante para no formar parte de este tipo de «cadenas electrónicas» es intentar hacer pública lo menos posible nuestra dirección. Existen muchas formas y programas que automáticamente navegan las páginas Web en busca de listados de direcciones de correo. Por ello, muchas personas, al tener que dar su correo en una web ponen «ARROBA» en lugar de «@», para que no pueda buscarse automáticamente «aquellas sentencias que contengan una @», que es muy común en los robots «atrapa-emails».
Es útil también disponer de varias cuentas de correo, al menos dos de ellas: una personal que sólo ha de darse a conocidos cercanos y amigos; y otra secundaria, con la que registrarse en los portales y páginas Web. De esta forma, incluso tendremos mucho más organizado el correo que nos llega a cada una de ellas.
Pero sin duda una de las mejores formas de luchar, la más lenta pero la más efectiva a la larga, es denunciar los casos que nos lleguen a alguna de las entidades citadas anteriormente (sólo los casos españoles, ya que las agencias se lavan las manos con casos que no estén en nuestra «jurisdicción», aunque ésta sea electrónica).
Desde luego, que lo que no hay que hacer bajo ningún concepto es luchar contra el Spam con Spam. No se debe responder NUNCA a este tipo de cartas, ni para amenazar ni para intentar comunicarte con el que inició el proceso. No suele servir de nada, y sólo levanta malos ánimos y hace perder el tiempo generalmente.
Casi todas las personas y/o empresas que hacen Spam lo suelen hacer de la forma más «profesional» posible, es decir, ocultando las direcciones y engañando en las cabeceras de los correos (la cabecera de un email contiene toda la información de su origen y forma de envio). Son éstas cabeceras las que dan todas las pistas necesarias para conocer el origen y son de especial interés y ayuda para las agencias que se dedican a erradicar el problema.
A nivel de usuario, por tanto, habría que controlarse a la hora de publicar o dar nuestro email por Internet, pero a nivel de Webmaster también se puede ayudar muchísimo. Es importante cuidar aquellas secciones de la página Web que estemos haciendo donde publicamos datos personales de nuestros usuarios, e intentar siempre no dar su dirección de correo electrónico abiertamente.