Bidé, un artilugio del pasado

¿Pero para qué sirve? Cocodrilo Dundee, aquel simpático australiano que iba a la ciudad sorprendiéndose de todo lo que ocurría (películas de los años 80), lo descubría en su habitación de hotel sin saber para qué servía. Él pensaba que era para lavarse la espalda, y yo, la verdad, es que no le veo otra utilidad. Que sí, ya sé que es para lavarse las partes íntimas, pero… ¿alguien lo usa?

¿Sabías que es un vocablo (del siglo XIX) que viene del francés bidet (‘caballito’), por comparación de la postura que se adopta sobre el bidé con la de montar un caballo? Bueno, pero volvamos a su definición y uso.

Un recipiente de loza, normalmente ovalado, con agua corriente y desagüe, que está en un cuarto de baño, y en el que se sienta una persona para el aseo íntimo. Hablemos con franqueza, señores. Creo que todos nos sobramos con el papel higiénico que acompaña a los retretes de toda la vida.

Yo tengo uno en mi casa y como alguien no me diga qué hacer con él voy a pensar en quitarmelo para ponerme un jacuzzi o algo de mejor utilidad, jejeje… ¿Para qué se emplea hoy en día? Veamos… yo me apollo en él para cortarme las uñas de los pies, dejo las revistas que suelo leer, me lavo los pies cuando me huelen para no tener que entrar en la ducha, y me sirve para lavar alguna cosa pequeña porque es cómodo llenarlo de agua cuando no tienes disponible la fregadera de la cocina… Quitando eso… ¡¡¿¿ para qué lo usais ??!!

Conozco otro uso para los que tienen animal doméstico felino, ya que lo usan para lavar al gato.

Os pido que me deis ideas o los usos que soleis darle a este olvidado recipiente que no hace más que sólamente quitar espacio a las ya pequeñas viviendas que tenemos hoy en España.