Colecciones por fascículos: el timo del siglo XXI

Adictos a la rutina en este rápido y complicado mundo que vivimos en donde todo pasa rápido pero con un órden del que no podemos ni rodear ni prácticamente vivir sin él.

De esta "desgracia" de la sociedad actual del siglo XXI se aprovechan las editoriales que sacan partido con sus colleciones por fascículos. Un blog de un lector hace eco de éste hecho analizando algunas de las colecciones que ahora se venden en España.

Saca la conclusión de que, por ejemplo, esta reciente colección de montaje de Barón Rojo, el avión teledirigido, cuesta con todo bien montado 905,7 € si se compra por fascículos (además de que tienes que esperar 2 años esperando pieza a pieza) pero si lo quieres comprar directamente en una tienda (además de no esperar) sólo tendrías que pagar un 40%.

Esto me hace pensar, como comentaba al principio, lo sujetos que estamos a la necesidad de una rutina. Visto de la manera que lo ha analizado, nadie iba a ser tan tonto de primeramente, esperar 2 años, en segundo lugar, de tener que todas las semanas preocuparse de que el kioskero nos guarde el fascículo correspondiente, y de ir montando pieza a pieza un avión, del que esperemos que no nos falte nunca nada. ¿Por qué no comprar directamente lo que queremos en lugar de ir paso a paso?

Parece que es la única forma de que nuestra mente se mantenga ocupada y se responsabilice de realizar una tarea a largo plazo. De esta forma, las colecciones por fascículos son para aquellas personas que necesitan potenciar su responsabilidad, ya que fomenta eso, la rutina de tener que todos los días o semanas, acordarse de hacer algo.

Mucha gente piensa que es por hacer colecciones de algo, pero lo realmente interesante de una colección es trabajar lo suficiente buscando, cambiando y persiguiendo los objetos de dicha colección, para que tenga una gota de sudor transformada en tu colección privada de algo. No tiene gracia si te dan una colección hecha que tienes que comprar todas las semanas.

Me gusta el análisis porque lo explica muy bien y me hace pensar lo que he expuesto, que las colecciones nos enganchan todavía más a una rutina, a una responsabilidad, pero a una pérdida de dinero y tiempo.

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