[su_wiloke_sc_company_website]Más de 20.041.000 euros repartidos en premios, 800 concursantes que han hecho gala de su habilidad negociadora y 780 emisiones en Telecinco, son algunas de la cifras que avalan el éxito del concurso presentado por Jesús Vázquez ¡Allá tú!,… pero… ¿éxito en qué?
Pero volviendo al tema de «Allá tú». En todos los demás concursos prima siempre alguna de las cualidades que pueda tener el concursante: en «50×15» o «Saber y ganar» la cultura general, en «La Ruleta de la Fortuna» la suerte que tengas tirando la ruleta pero luego la maña que tengas para resolver un tablero, en «Pasapalabra» la rapidez mental unida a la cultura, y un largo etcétera. Pero en «Allá tú» que puedas ganar un clip o 600.000 euros depende exclusivamente del «pito pito colorito», es decir, no sé para que tanta emoción, tanta tensión, tan largo el programa, pues lo único que ocurre es que, en las últimas elecciones la banca llama a Jesús para ofertar un pacto con el concursante. Tendría que durar 10 minutos, ¿para qué una persona en cada caja que la tiene que abrir y poner caras? ¿No es más «barato» un simple tablero informático? ¿Qué aporta tener a 20 tios abriendo cajas para una sola persona?
En el programa de hoy en la primera elección la chica ha perdido el mayor premio (los 600K euros), y Jesús le ha dicho «que pena!, habrá que esforzarse más para los 240.000€»… ¿esforzarse? pero por favor ¿que esfuerzo merece del concursante el poder ganar ese premio o cualquier otro si todo depende de elegir cajas al túntún?
Me gustan mucho los concurso de televisión, pero desde luego, en los que el concursante aporta algo, un conocimiento o una cualidad, pero no los que se basan en el azar, pues para eso, ya juego a la Primitiva yo que me aporta la misma tensión :)