[su_wiloke_sc_company_website]Muchos de nosotros tenemos un proyecto online en Internet, una página Web o cualquier servicio referente, como servicio de correo electrónico. Me refiero siempre a servicios de pago, en alguna de las decenas de empresas que se dedican a esto en España (ya no sé cuántas miles puede haber en el mundo).
Son empresas que se dedican, entre otras cosas, a la venta de nombres de dominio (algo.com, otracosa.es…) y al servicio de alojamiento (comúnmente llamado hosting) que eso requiere para aplicarle algún uso, o al servicio único de DNS. Explicaré ahora los detalles de este pequeño mundo y los trucos para poder traspasar ese servicio de una empresa a otra sin perder prácticamente conectividad y funcionalidad.
Entendiendo cómo está configurado un sitio web
Por una parte tenemos el nombre de dominio. Un dominio como tal no es absolutamente nada, simplemente se comporta como una marca registrada, algo que tú posées. Los dominios tienen pocos datos en su registro: quién lo tiene registrado, quién es la empresa que lo gestiona, y un dato muy importante: los servidores DNS. Estos servidores son los que le dicen a alguien que quiere emplear algo de ese dominio (ver su página Web, su correo, etc…) dónde tiene que preguntar por la configuración de ese dominio, en qué servidores. Esto no quiere decir, dónde está la página Web o donde se albergan los correos, sino, las máquinas que tienen precisamente esa información. Esto es lo que ocurre cuando en el pie de nuestro navegador pone aquello de «Resolviendo la dirección …»
Por ejemplo (tomando ejemplo de mi dominio), los servidores DNS de 86400.es son kuiper.sync-intertainment.com y oort.sync-intertainment.com. Esto quiere decir que esas dos máquinas tienen la información posterior de dónde está ésta página Web o el correo (por nombrar siempre los dos servicios más básicos y usados).
Esa información se guarda en forma de REGISTROS, y se le llama Configuración DNS. Son varias las clases de registros que configuran un dominio, pero principalmente existen dos: el registro A, el CNAME y el MX. Todos los registros tienen siempre 3 campos, que son, el subdominio, el tipo de registro y su valor. Para entenderlo mejor veremos el de mi dominio:
86400.es. 14400 IN MX 0 86400.es. mail 14400 IN CNAME 86400.es. www 14400 IN CNAME 86400.es. ftp 14400 IN CNAME 86400.es. * 14400 IN A 80.255.113.250
Los registros CNAME son alias, es decir, que le estoy diciendo que los subdominios mail, www y ftp (correspondientes al uso de mail.86400.es, www.86400.es y ftp.86400.es) son un alias del propio 86400.es (sin subdominio), es decir, que es lo mismo. Esto normalmente es así casi siempre pero hay veces que un dominio tiene el servicio Web en una máquina, el FTP en otro, el correo en otro, etc… Yo lo tengo todo como alias al principal.
Luego el registro A es realmente el importante, porque dice que * (es decir, cualquier cosa), apunte a una IP determinada (para eso sirven los registros A), con lo que uniéndolo a lo de antes, estoy prácticamente configurando que cualquier subdominio apunte a esa IP, que es la máquina donde realmente está todo.
Luego, tenemos el otro importante, el MX, que también está diciendo que es el propio 86400.es quien se ocupará del correo, ya que, como he dicho antes, todo lo tengo en la misma máquina.
Todo esto normalmente se vé de una manera algo más amigable en lo que todas las empresas de servicios de Internet tienen en el Panel de Control del usuario llamándolo comúnmente Configuración DNS de su dominio
Las empresas que se dedican a proporcionar estos servicios también disponen de un alojamiento Web o hosting, el «hermano inseparable» del dominio, que es el espacio en el disco duro de un servidor conectado 24/7 donde albergamos nuestras páginas Web, donde se guardan nuestros correos electrónicos, logs, estadísticas y otras cosas internas de la configuración de un sitio Web.
Cómo migrarla de un sitio a otro
Una de las cosas que más preocupan es que la página Web deje de funcionar o que deje de recibir correos, por eso es importante poder realizar la operación con un cierto órden lógico, sabiéndo ya como funcionan las cosas, para que no tengamos espacios de tiempo muy grandes en los que no nos funcionen las cosas. Se puede hacer de varias maneras, pero considero que la siguiente es la más óptima de todas.
En primer lugar hay que transferir el dominio. Normalmente las empresas te hacen pagar por el coste de un año de dominio (que ronda como sabéis entre los 7 y 20 euros por año) al transferirlo, pero esto añade (normalmente, depende de las empresas) 1 año más en tu registro. Es decir, que si lo tenías registrado hasta marzo de 2008 y lo transfieres, la fecha de expiración se retrasará hasta marzo de 2009. Es muy importante especificar en el proceso de compra (si aparece algo, depende de cada empresa) que no modifiquen la información del dominio, principalmente sus servidores DNS. De esta forma el dominio, pasados unos días y siguiendo el proceso que cada empresa pida, estará en la nueva empresa, pero los servidores DNS seguirán intactos y por tanto todo funcionará igual.
Después contratamos el alojamiento Web en la nueva empresa, de nuevo nos aseguramos que no modifiquen los servidores DNS de nuestro dominio (algunas empresas detectan que tienes ámbos productos y te lo configuran automáticamente ya, pero no es el caso, porque nosotros tenemos ya algo activo en la «antigua» empresa y no queremos que deje de funcionar). Cuando lo contratemos, en el email que nos llegue de bienvenida, nos darán datos temporales de acceso al alojamiento que obviamente no son a través de nuestro nombre de dominio, sino que son datos de IP directos a la máquina, así como también nos proporcionarán de los servidores DNS que deberemos poner en nuestro dominio (ya en la nueva empresa) para que todo funcione correctamente en la nueva empresa, pero aún no lo querremos hacer.
El objetivo es que no haya cortes. De ahí que deberemos primero utilizar ese acceso temporal que nos darán al alojamiento en la nueva empresa para pasar la página Web copiándola de nuestro disco duro (en donde es aconsejable y obvio tener una copia de nuestra web) al servidor FTP que nos proporcionen, así como entrar en nuestro nuevo Panel de control y dar de alta las cuentas de correo electrónico que usábamos con nuestro dominio.
De esta forma, llegados a este punto tenemos:
- Nuestro dominio en la nueva empresa, pero con los servidores DNS apuntándo a la antigua empresa
- Nuestro alojamiento en la antigua empresa, que actualmente está funcionando, con su web y sus correos.
- Un alojamiento web en la nueva empresa, con la misma información Web y las cuentas de correo creadas y preparadas, pero sin usarse por ahora
Es ahora entonces cuando debemos cambiar los servidores DNS de nuestro dominio (con el panel de control que nos proporcione la nueva empresa) para poner y fijar los nuevos servidores DNS que nos han proporcionado. De esta forma, ahora, serán esos servidores con la configuración estándar de la nueva empresa, los que digan a partir de ese momento que toda petición Web o de correo o de cualquier cosa, vaya a la IP de la nueva empresa.
Una vez cambiados los servidores DNS se han de propagar por toda Internet (no voy a explicar mucho este tema). Es decir, la nueva información del dominio ha de ser copiada por toda Internet, para que todos los servidores principales se enteren de que ese dominio ahora tiene una nueva configuración (para que nos entendamos). Esto se llama propagación de DNS y suele tardar de 12 a 48 horas.
En ese intervalo de tiempo, algunos navegadores (dependiendo de la caché) y algunas personas conectadas a unos proveedores de Internet, creerán que el dominio todavía tiene la antigua configuración y verán la página Web del lugar antiguo, y otras verán la nueva configuración del dominio, viendo la página web en la nueva empresa.
Cuando la página Web es muy dinámica (unos foros de debate) y también con los correos electrónicos hay un problema puesto que durante ese periódo de tiempo de uno o dos días, unos pueden ir a un sitio y otros a otro, todo depende de la caché de su navegador, y del proveedor de Internet que tenga y del que consulte la información del dominio.
Como no me quiero extender muy técnicamente con este tema, explicar que esto es inevitable de forma sencilla de explicarlo, aunque para más avanzados (y páginas muy importantes) es posible hacerlo sin este pequeño defecto. Pero bueno, creo que lo explicado sirve para gran número de páginas Web en las que no pasa nada porque durante unas 24 horas pueda haber pequeñas diferencias entre una página y otra. Yo mismo he cambiado el blog en algún momento y durante unas horas por ejemplo los comentarios que algunos poníais se quedaban en el antiguo alojamiento y luego al aparecer ya el nuevo para todos, «desaparecían», pero ya os digo que es muy poco crítico y no suele pasar mucho.
También es bueno hacer los cambios por ejemplo a las 11 de la noche, y a poder ser un sábado, porque así todo esto pasa un Domingo por la noche y por la mañana en donde no hay mucha actividad.
Bueno, espero haberos aclarado un poquito más sobre este mundillo… Por cierto, y cómo no, recomendaros la empresa donde trabajo para estas cosas. En Sync.es hay buenos precios y os ayudarán a estas cosas :)
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