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Mientras que unos utilizan «su dedito» para poner mensajes tan simples (aunque directos) como «guarro» o «limpia el coche», otros utilizan las ventanillas polvorientas de coches descuidados para expresar su arte. Es fácil, unos ven la opción directa de descargar su pequeña rabia contra el propietario y otros ven algo tan simple como una pizarra en blanco donde crear.
Así por ejemplo tenemos este cuadro de la Gioconda realizado en la parte trasera de un coche polvoriento. Lástima que estas maravillas se destruyan con la próxima lluvia o cuando el propietario, de una vez, decida limpiarlo. Aunque, pensándolo mejor, si yo fuera propietario de un coche con este dibujo (u otros que podéis ver aquí), quizá lo dejaba puesto hasta que fuera irremediable su desaparación. Sin duda, mejor eso que un «guarro a gran tamaño», ¿no?
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