Volar con globos

Una de las cuestiones que nos hemos preguntado todos de pequeños cuando veíamos un vendedor con un montón de globos, es si ese vendedor podía salir volando. Es una prueba de física simple que se puede hacer fácilmente. Todos hemos jugado alguna vez con un globo de helio (de esos que cuando lo aspiras hablas como un pitufo), y si alguien ha jugueteado un poco más habrá visto que si se pone ese globo atado a algo de poco peso puede elevarse fácilmente.

Bien, ¿que pasaría si en lugar de un globo fueran 100 y en lugar de, por ejemplo un lápiz, fuera una persona? Esa es la idea de Cluster Ballooning, en donde podemos ver intrépidos voladores con esta sencilla idea.

Los pilotos llevan obviamente elementos de seguridad, como un arnés y se sujetan a un gran cúmulo de globos llenados con helio. Liberando lastre se asciende, y explotando globos, se desciende… así de sencillo.

Uno de los vuelos más famosos con esta idea se realizó en 1982. Fue Larry Walters, que subió gracias a 42 globos de helio a una altura teórica de unos 30 metros, porque es la altura que se planeaba con su vuelo. El problema fué que ascendió algo más, llegando a 4800 metros. Sorprendentemente sobrevivió a esta aventura.

Aun así, no es muy destacable, puesto que mucha gente, antes y después de Walters, ha llegado a alturas mayores en la historia.