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Cómo escaparon de Alcatraz con unas caretas

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[su_wiloke_sc_company_website]Fue el decimotercer intento de fuga registrado en la Prisión de Alcatraz, del 11 de junio de 1962. La tesis oficial es que murieron en las frías aguas, aunque nadie se lo cree ya que la temperatura del mar era de doce grados y la corriente era moderada.

Los protagonistas fueron Frank Lee Morris y los hermanos John y Clarence Anglin, que eran ladrones de bancos. Los dos presos trabajaban en el taller artístico de la isla y eran muy hábiles pintores. Además de sustituir con unos cartones pintados las rejas de los conductos de ventilación por donde se fugaron, aquellos artistas fabricaron tres cabezas de pasta, les dieron color y les pusieron cabello auténtico, recogido de la barbería de Alcatraz. Las cabezas, colocadas en sus respectivas camas, daban la impresión de que seguían en las mismas cuando se efectuaron los recuentos. En el curso de esta evasión , los presos sacaron partido de una serie de errores, descuidos y torpezas de los guardianes y consta que llegaron hasta el mar.

Días después, en el otro lado de la bahía, se encontró una cartera con fotos familiares que se relacionó con uno de los fugitivos. Nada más se ha sabido luego de ellos.

Esta fotografía la saqué cuando visité la isla y la verdad, sorprende pensar que los guardias de aquella época no notaron la diferencia con una cabeza real. Supongo que hacían las rondas demasiado rápido, aunque, pensándolo mejor, la poca luz que habría (ahora en la foto está iluminada porque la celda está totalmente iluminada), las ganas de irse con los otros guardias a echar una partida de cartas, y (también hay que decirlo) lo bien que está hecha, pueden dar el pego.

[tags]caretas, escape, fuga, alcatraz, isla, prisión[/tags]

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