[su_wiloke_sc_company_website]Vivimos en un mundo en el que Internet parece que todo lo sabe. Si bien es cierto que la cantidad de textos, documentos, imagenes y videos que rondan cada día Internet y la hacen crecer más «en cantidad», no significa que la calidad de los contenidos sea paralela.
La Wikipedia, que hace poco se alzó como la primera fuente de consulta en Internet, no es «el Dios que todo lo sabe», aunque se hacen esfuerzos cada día y hay «verdaderas discusiones» en artículos peliagudos sobre su veracidad y objetividad. Lo mismo pasa por ejemplo con algo tan usado y conocido en España como meneame, que hace poco precisamente fue «trampeada» con una noticia.
Pues bien, hice una pequeña trampa la semana pasada para, precisamente, poder escribir este pequeño análisis y fue con la fotografía del Banco Guipuzcoano, que, efectivamente, como uno dijo, es un fake, un retoque digital.
Todo empezó cuando caminaba cerca de allí, que comenté a mi pareja que quería hacer algo así, y publicarlo en Internet. Hacer un retoque que fuera lo suficientemente escandaloso como para rozar la suficiente credibilidad y para estar, al mismo tiempo, asombrado de cómo alguien podía haber metido la pata de esa manera.
Cuando pasé por ese banco no dudé ni un instante. Algo que mucha gente escribe mal o dice mal es la palabra «guipuzcoano», que se suele confundir con «guipuzcuano». Así que ni corto ni perezoso realicé una fotografía y luego la retoque en casa, publicándola sin ningún otro tipo de comentario, para ver la reacción de la gente.
En general, como se puede ver en los comentarios, la noticia «coló» y no suscitó mayor asombro que la chapuza de la pobre empresa que colocaría ese cartel y/o que hizo las letras para el banco.
El Banco Guipuzcoano es imposible que en uno de sus carteles pusiera «guipuzcuano», aun cuando se tratara de una sucursal en Zaragoza, ya que uno de los comentarios bien afirmó que en «fabla» la palabra se escribe «guipuzcuano», pero un banco no cambiaría su nombre por más que esté en diferentes sitios de España, y menos aún en Zaragoza, donde la fabla no es un idioma oficial de habla ni de escritura y apenas lo hablan 50.000 personas principalmente del norte de Aragón.
¿Cómo es posible que un banco así se equivoque al poner su propio cartel? Además en una oficina que lleva 20 años por lo menos en el centro de la ciudad, y que, por más que la gente pasa por ahí todos los días (según comentarios), no se habían percatado.
Claro que no se habían percatado, porque es que nunca existió ese error, pero por una fotografía en un blog como este, ha sido bastante «fácil» pecar de sinceridad y de convencimiento, dejando que la risa o la sorpresa se apodere de nuestro razón y/o lógica.
PIDO PERDÓN en primer lugar al banco y a los que leyeron o comentaron, porque obviamente, el objetivo de esa foto era este artículo, y también decir, que con esto espero que no merme la credibilidad del blog, ya que ha sido una pequeña «trampita» para realizar este análisis, como decía al principio.
Lo remarcable es, como comentaba, la facilidad que existe hoy en día para meter una trampa (o comúnmente llamado «fake») en Internet, en cualquier medio, bien sea un blog, o un periódico o la Wikipedia que tanto se consulta. Quizá deberíamos no ser tan impulsivos y dejar que nuestra lógica actúe antes de asimilar contenidos y siempre intentar contrastar la información en otras vías a poder ser que no sean digitales.
Todo esto se combina con la «facilidad» de los programas de retoque digital, tanto de fotografía como de video, que nos permiten realizar verdaderas obras de arte, y no digo que la que yo hice estuviera perfecta, pero si que fue lo suficientemente buena como para ser plausible (aquí la pongo en grande, porque al ajustarla a un tamaño más pequeño los posibles fallos se disimulan mejor, aun así, juzga el retoque digital…)
Incluso yo mismo caí en la trampa la semana pasada anunciando la aparición del Nokia N98, ya que parecía lógico pensar en un «ataque» de Nokia a la aparición del iPhone, pero aun así, resultó ser una mentira que circuló por muchos blogs de Internet.
Y es que, por más que a veces se intente contrastar la información, el propio bulo genera una reacción en esta teleraña de Webs que conforma la red, que es difícil de no creer, y que aun así, cuando se destapa la mentira, es complicado limpiar el rápido virus de la mentira que ha afectado no sólo a las webs, sino a los miles de visitantes de dichas webs.
Cuidado con Internet, su facilidad de distribución afecta tanto a lo positivo como a lo negativo.
P.D. Perdón de nuevo por la pequeña mentira que publiqué, espero que sea tomada positivamente junto con este análisis que quería realizar desde el momento en el que hice la foto :)
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