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El futuro de los viajes

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Análisis patrocinado

Este es mi segundo análisis para Zync. Tras ver el producto que desean que analice y anticipándoos que la falta de calidad me ha dejado asombrado, puede parecer complicado realizar un análisis y que te paguen por ello, para analizar una web que en principio tendrías que sacarle jugo, pero nada más lejos de ello, el análisis debe ser crítico, tanto si es un buen producto como si es malo.

Introducción

Lo fácil sería que enumerase las cosas malas que he visto (que han sido muchas más que buenas), enumerándolas y diciendo el por qué con grandes párrafos en los que gastara «tinta» como un loco, pero todo lo contrario, me siento con la obligación de tornar mi análisis a un razonamiento deductivo en donde se saque al menos la forma de hacerlo mejor para la siguiente vez.

El sitio que me contrata su análisis es www.elfuturodelosviajes.com y como comentaba rápidamente voy a pasar las características negativas que he encontrado, sin pararme mucho a analizarlas, porque seguro que todo el mundo sabe por qué las digo, me centraré después en lo positivo e intentar generar alguna idea.

Lo fácil, fallos del sistema

En principio que me he sentido un poco mareado con el propio nombre de dominio. En primer lugar que sin «www» redirige a la página de muchoviaje.com, que es la empresa que lo ha realizado. No cuesta nada poner bien los dominios, que funcionen de ámbas formas (más cuando estas cosas son de las que han de correr de boca en boca, y nadie dice en una conversación las «www»).

También el dominio juega con demasiada esperanza, ya que, en esta época de Internet, donde «ya casi todo está inventado», lo difícil y relevante es ser original con «la idea feliz», y el nombre invita mientras que se escribe y se espera su contenido a algo relevante en el mundo de los viajes, cuando no lo es.

«¿De que va este sitio?» es lo que me he preguntado bastantes veces. El concurso con el que tanto chispea la Web no está claro, ni cuando es ni las bases claras,… Todo está en flash, no es nada indexable en los buscadores. El diseño no es claro, no es nada intuitivo, no es usable (no sabes dónde pulsar, ni la forma de navegar). Cuando al usuario no se le da una pauta clara, lo único que se consigue es un meneillo del ratón por todo el «espectáculo de colores y sonidos» con el fin de buscar cajas que se abran, carteles que giren, y hombres que salten, pero distrayéndonos por completo de el por qué del sitio, de por qué nos quiere, y qué podemos conseguir en él.

Demos la vuelta a la tortilla

Poco he explicado pero se trata de que la gente envíe sus «inventos» para un viaje, y de esa forma se entra en el sorteo de una viaje a China. Está demostrado que estos concursos acaban con cientos de envíos «chorras» que la gente realiza única y exclusivamente por el premio. La poca motivación que puede tener un usuario al conectarse a una página de viajes para «trabajar» se ve frustrada por el engaño mental del propio concurso.

Bien, al fin y al cabo, lo que creo que pretende esta campaña, es tráfico, el boca a boca de un sitio divertido, la curiosidad de la risa fácil con un «Dr. Viaje» que nos ayuda a decidir entre algunos objetos que nos llevaríamos a una isla, a Roma o un crucero.

Se acabaron los días en los que la gente quiere flashazos en la pantalla. Internet ha crecido, y la gente con ella. Internet se ha ido adaptando precisa y paradójicamente al propio crecimiento y desarrollo de las personas que lo usan. Ha sido un quid pro quo entre creación y creador. La época de las viñetas, animaciones, jueguecitos en las webs pasó hace mucho tiempo. Quizá para la televisión, un medio más visual, donde el usuario es pasivo y no hace nada, funcione un sistema similar. En la web, caracterizada por la interacción del usuario, es inútil hacerlo «jugar», el usuario quiere participar y ser participe de las interacciones de otros usuarios con el sistema, sintiéndose parte de una red social digital.

Hoy en día existen tanta variedad y tanta competencia que la lucha por un usuario es feroz. Un usuario que vivie otra vida fuera de Internet, y que dentro de ella tiene muy delimitado el tiempo que pasa en cada página. El usuario de hoy en día quiere «pim pam pum», es decir «sugiéreme, comparo, compro». Internet es rápida, es ágil y sus usuarios también. No se puede arriesgar a crear una página en la que el usuario ha de pasar 10 minutos para manejarla. La concentración del usuario por la navegabilidad de un sitio ha de ser prácticamente nula, para dejarle rienda suelta en un sitio de viajes por lo que realmente quiere: ¿a dónde puedo ir?.

Efectivamente. Esta web me ha hecho pensar mucho en lo que el usuario necesita de una web de viajes. Según encuestas realizadas el mayor tiempo invertido por los usuarios de Internet que se conectan desde el trabajo es la búsqueda de viajes para esas escapaditas de fin de semana o para el viaje del año. ¿Créen Uds. que voy a gastar mi tiempo en la elección del viaje que me separará de mi rutina diaria de trabajar 8-10 horas al día, por darles un invento para ganar un viaje a China que nunca se sabe quien se lleva?

«¿A donde voy?» es la pregunta más formulada a la hora de atraparse por el deseo de escapar. Hay más de 200 países donde elegir. Y esa pregunta tendría que ser la piedra de toque de estos sitios. Nada de montar un tetris de cubos de ofertas con letra pequeña, para eso ya están los folletos de viajes de 200 páginas de El Corte Inglés.

Una web de viajes tendría que simplemente ayudarte a decidir por el viaje de tus sueños, ese que hoy deseas. Existen muchísimas herramientas para ello hoy en día en la red: millones de fotos en Flickr, unidas a Google Maps por ejemplo con Paronamio. La fácil iniciativa de los usuarios a votar con un simple click. Los comentarios de la gente (que por ejemplo tanto se tiene en cuenta en sitios como venere.com a la hora de elegir un hotel).

Y sobre todo la sencillez en la muestra de la principal herramienta… «de dónde soy y a dónde quiero ir» acompañada de la gran riqueza que deben o deberían poseer estas empresas con la cantidad de información y estadísticas de las que disponen y apenas hacen uso.

Un webmaster de cualquier temática se come la cabeza por atraer la atención de un usuario que se conecta, uno de esos millones que ya nos conectamos a diario. Las empresas de viajes y sus webs tienen una ventaja que nadie posee: todos buscamos su producto. No tienen que hacer nada para atraer nuestro deseo de entrar en su web para buscar un lugar para mis vacaciones, y por tanto se deberían centrar más en la elección de ese deseo y no en la atracción del usuario, que es lo que, como he dicho anteriormente, se han centrado con esta web.

Por tanto… muy bonita la web, y seguro que se han gastado una buena pasta con el diseñador en Flash, pero creo que no está bien orientado el esfuerzo de este tipo de empresas para el producto final que deseamos todos: «dime que puedo hacer con mis 14 días de vacaciones».

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