[su_wiloke_sc_company_website]En mi viaje a Andalucía del año pasado tuve oportunidad de pasar por un pueblo que me aconsejaron que no perdiera visita, se trata de Arcos de la Frontera, un típico pueblo andaluz por el que da gusto pasear.
Sus calles estrechas y blancas, con empedrado por el suelo, serpentean y suben hacia la plaza principal donde está la iglesia y el ayuntamiento, y desde donde se divisa todo el valle. Su forma es curiosa, como se aprecia en la fotografía. Hicimos noche en un hostal precioso, de estilo antiguo, cuyo patio estaba decorado por todo tipo de fauna. Las habitaciones eran de estilo rústico y te hacían transformarte y alejarte un poco de los típicos hoteles perfectos. Te hacía sentirte parte del pueblo.
Además, tuvimos oportunidad de comer en un restaurante italiano en el que nos trataron fenomenal y no olvidaremos la comida que nos pusieron (ni el postre). La foto está tomada desde las afueras del pueblo y presenta claramente su estructura.
Un lugar inolvidable y de obligado paso si se está haciendo turismo rural por esta comunidad. Tenía ganas de darle un huequecito en mi blog porque se lo merece.