[su_wiloke_sc_company_website]Cuando fui a votar el pasado domingo me asaltó pensar la cantidad de papel que se tenía que imprimir para crear todas las papeletas de todos los partidos por todo el territorio español. Ayer leía en el Mundo que se podía haber salvado un bosque de 22.000 árboles si no se hubiera utilizado ese papel y el voto fuera electrónico, y es que precisamente, comentaba tras votar con mi pareja el tema de que, en un futuro que espero que no sea muy lejano, el voto sea electrónico.
No me refiero a que sea por Internet (aunque podría complementariamente) sino que, en los colegios electorales, hubiera unas máquinas donde se insertara el DNI electrónico y se pulsara en la pantalla a quien quieres votar. De esta forma, además de salvar miles de árboles, se podrían conocer los resultados de las elecciones tras el cierre de los colegios electorales.
Pero mis pensamientos fueron un poco más allá, y pensaba en lo siguiente. Cuando votamos a unos candidatos lo hacemos para un periodo de 4 años, periodo en el cual tenemos que confiar en que todas las promesas electorales que se hicieron y todo el estilo de política que conocemos de nuestro candidato preferido, se vayan cumpliendo en cada una de los cientos de decisiones que tienen que tomar en ese periodo tan largo.
Por ejemplo, puedo estar de acuerdo en general, con el planteamiento de un partido político pero en determinadas situaciones a lo largo de 4 años, pero en casos puntuales puede que no sean de mi agrado. De ahí que se me ocurrió pensar qué ocurriría si todas las decisiones pudieran ser votadas independientemente.
Imaginemos cuando dentro de unos años cuando Internet esté con algo más de penetración en la sociedad, cuando todos podamos acceder, o bien desde nuestro domicilio, o desde muchos puestos a lo largo de la ciudad en instituciones, bibliotecas y otros centros. Imaginemos una página web del gobierno, donde se plantean todas las decisiones que hay que llevar a cabo, con una fecha límite de votación, y en donde el usuario puede ver la información detallada de cada una de ellas. Una vez llegada esa fecha límite se cuentan los votos y se decide en base a eso.
Es decir, estaríamos hablando de una «super democracia», una democracia en donde se permite elegir todas y cada una de las decisiones, por grandes o pequeñas que sean, y todo gracias a Internet, que es la que permitiría centralizar y gestionar toda esta información, como lo hace ya con otros aspectos como el conocimiento humano y las enciclopedias digitales.
¿Por qué no usar Internet para crear una democracia mucho más interactiva con el pueblo? Como en las elecciones generales de cada 4 años, se podría votar o no votar, cada uno tiene la libertad de hacerlo, pero estaríamos todos «algo más contentos» sabiendo que las decisiones las estamos tomando todos en todo momento.
Por tanto, supongamos en un futuro cercano que el nivel de uso de Internet está más extendido, y aun así, hoy en día, existen ya muchísimos centros en cada ciudad donde hay un ordenador con Internet para trámites…
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