[su_wiloke_sc_company_website]Todos hemos deseado alguna vez tener un día de más de 24 horas, con el fin de poder tener más tiempo libre, dormir más… Todo es cuestión de plantearse la semana de una forma distinta y original.
En primer lugar, hagamos un poco de historia y sepamos por qué el día se divide en veinticuatro trozos llamados horas. Parece ser que son los antiguos egipcios los que impulsaron esta división pues disponían de una calendario basado en la aparición cíclica anual de 36 estrellas diferentes en el firmamento tras la puesta de Sol. A lo largo de una noche aparecían 12 de esas estrellas, con lo que se dividió la noche en 12 intervalos, siendo también otros 12 para el día.
En los siglos posteriores al renacimiento se han intentado otras divisiones más lógicas o fáciles como la decimal, dividiendo el día en 10 trozos, pero al final se popularizó del todo las 24 horas, que a su vez se dividieron de forma sexagesimal en 60 subpartes (minutos) y cada una de ellas también en 60 subpartes) segundos. (obviamos en este artículo que en realidad el giro de la Tierra es de algo menos de 24 horas, y el tema de los años bisiestos, etc.)
Por otra parte existen como sabemos 7 días a la semana, que tienen origen en las observaciones que los antiguos realizaban del firmamento, donde veían que siete grandes luceros iban moviéndose por las constelaciones. Estos no eran otros sino la Luna, Marte, Mercurio, Júpiter, Venus, Saturno y el Sol, que dieron nombre respectivamente a los días de la semana lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, sábado y domingo.
Ahora bien, sabiendo la pequeña historia de las 24 horas y los 7 días… ¿por qué no hacer 6 días de 28 horas?. Es obvio que, de la forma que está ya instaurada la sociedad de trabajo y ocio respecto a la luz solar, sería difícil establecer un nuevo orden, pero imaginemos por ejemplo el trabajo de un autónomo, u otros tipos de vidas que no exijan ir a un lugar de trabajo en el horario establecido por la empresa.
En una semana normal de 24×7 existen 168 horas, que son las mismas que hay si elegimos 6 días de 28 horas, pero te da tiempo a hacer muchas cosas más, a dormir más, a trabajar más y a tener más tiempo libro.
Lo normal en un día de 24 horas es de media dividirlo de esta forma:
- 2 horas para rutinas diarias
- 8 horas para trabajar
- 6 horas para tiempo libre
- 8 horas para dormir
Pero con 28 horas en un día (teniendo 6, eso sí) podríamos dividirlo así:
- 2 horas para rutinas diarias
- 10 horas para trabajar
- 7 horas para tiempo libro
- 9 horas para dormir
Con más tiempo libre y para dormir el tiempo para trabajar semanalmente sigue siendo de 40 horas, pero lo mejor es que no te sientes tan cansado en el fin de semana. Existen algunas razones obvias por las que sería mejor una semana de 6×28, por ejemplo:
1. Frecuencia reducida de tareas diarias: Todo lo que haces cada día sólo lo tienes que hacer 6 veces a la semana en lugar de 7, piensa esto multiplicado por todo el año.
2. Trabajas sólo 4 días a la semana: Aunque sigues realizando 40 horas semanales, lo haces en 4 veces en lugar de 5.
3. La polución se reduciría un 20%: Si todos adoptáramos este sistema, todo el tráfico generado para ir a trabajar se vería reducido de 5 a 4 veces por semana.
4. Más productividad y tiempo libre: Con el gráfico de abajo verás que los días te dan más tiempo para trabajar así como más tiempo para gastar con tus amigos y familia después del trabajo. Un día de 28 horas te da 11 horas de trabajo, 8 horas de tiempo libre y hasta 8 horas para dormir. ¡Imagínate lo que podrías hacer!
5. Fines de semana más largos: El fin de semana sigue siendo de dos días, pero con un total de 56 horas, 8 más que las 48 actuales. Con lo que el fin de semana es prácticamente 1/3 de la semana.
6. Cada día es diferente: Al tener cada día 4 horas más el Sol cada día acumula un desfase, con lo que puedes hacer casi todas las tareas es distintas partes del día durante la emana. A veces comerás bajo las estrellas y otras desayunarás al atardecer. Lo mejor es que cada día es diferente y nos alejamos de la rutina.
En general nos alejamos del ciclo de luz que provoca la rotación terrestre. En el gráfico las bandas negras corresponden a la noche y las blancas al día. En la parte superior la semana actual y en la parte inferior la que se propone con este sistema. En ambas se duerme, se trabaja, se tiene fin de semana,… sólo que repartido de otra forma, y con estas características:
- En la semana de 6 días no existe lunes.
- El trabajo del jueves es de noche, pero te prepara para un fin de semana lleno de luz solar
- El período semanal de 40 horas de trabajo empieza al mismo tiempo en ámbas semanas, pero en la de 28 horas/día, el trabajo así permite tener un fin de semana más largo
- Cada día es diferente, como el estar despierto o dormido no está sincronizado con la luz y la oscuridad, cada día de la semana es único. Esto incluso ayudaría a tu memoria a saber en que día estás.
- Dormir tarde los fines de semana no te quita horas de luz solar
El fin de semana tiene 56 horas, ya que el viernes, sábado y domingo tiene un desfase tal que te dan más tiempo de luz solar en tus horas libres. Te levantas los viernes con el sol poniéndose, trabajas tus 10 horas y cuando dejas de trabajar el sol sale. Como es viernes y es tu último día de la semana, decides quedarte un poco más. Desde que dejas de trabajar hasta que vas a la cama, hay luz solar. Te levantas al día siguiente un poco tarde. Duermes dos horas más de tu despertar habitual y sol acaba de salir. Disfrutas de un día de 18-20 horas (de las cuales más de la mitad son de sol) y vas a dormir varias horas después del anochecer. El domingo, te levantas de nuevo con el sol y disfrutas de un día «relativamente» normal. El martes (ya que no hay lunes) te levantas pronto con sol de nuevo.
Es obvio que es imposible pensar en instaurar en la sociedad de hoy en día este sistema, pero quizá, desde un principio, nos hubiera proporcionado más productividad y tiempo libre. Quien sabe, quizá en un futuro pueda funcionar y si no, siempre está la genética, ya que se ha descubierto un gen desconocido con anterioridad, que regula el reloj corporal de los mamíferos, y que podría tener una variante que haría que quien lo portase sintiese que un día normal dura hasta 3 horas más.
Traducción libre y aportes personales
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