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Witricidad, electricidad sin cables

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[su_wiloke_sc_company_website]Leí el artículo en la revista QUO de este mes y me ha encantado. Las posibilidades para un futuro son infinitas.

Investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por su sigla en inglés) enviaron electricidad a través del aire desde una fuente de energía hasta una bombilla de luz situada a dos metros de distancia.

Conocida como «WiTricidad» porque «wi» es la abreviación de «inalámbrico» en inglés, la adopción de esta tecnología podría ser el fin de las marañas de cables -y por ende, de muchos tropezones- al menos en los hogares posmodernos, donde la mayoría de los aparatos parecen necesitar de una conexión a la pared.

La WiTricidad no puede viajar a largas distancias, al menos por ahora, por lo que los enormes postes que transportan la electricidad seguirán decorando los paisajes algún tiempo más.

Esta novedosa tecnología funciona en base a conceptos conocidos desde hace décadas, creando un campo magnético entre dos «antenas» hechas de bobinas de cobre, una conectada a la fuente de electricidad y otra en el aparato que queremos encender. Por ejemplo, una bombilla de 60 vatios.

Esas «antenas» no son otra cosa que «resonadores magnéticos», que vibran con el campo magnético creado por la electricidad.

Los científicos del MIT probaron la seguridad del sistema colocándose entre la fuente de electricidad y el aparato, y quedaron suficientemente bien como para luego contar el cuento.

El sistema aprovecha un fenómeno físico conocido como «resonancia», lo que ocurre cuando un objeto vibra al quedar dentro de un campo de energía de determinada frecuencia. Cuando dos objetos tienen la misma resonancia hacen un poderoso intercambio de energía sin afectar a otros objetos cercanos.

Hay muchos ejemplos típicos de la resonancia, y uno de los más repetidos es el de la cantante de ópera que al cantar cierta nota rompe copas de cristal. En vez de utilizar la resonancia acústica, la WiTricidad se aprovecha de la resonancia de ondas electromagnéticas de muy baja frecuencia.

«El cuerpo responde mucho a los campos eléctricos, y es por eso que podemos cocinar pollo en el horno microondas», dijo a la BBC John Pendry, del imperial College of London, quien siguió los experimientos del MIT. «Pero el cuerpo no responde a los campos magnéticos. Hasta donde sabemos, el cuerpo da cero respuesta a los campos magnéticos en términos de la energía que absorbe», explicó.

Es por esto que la WiTricidad no representa ningún riesgo significativo para la salud humana, agregó el profesor adjunto de Física en el MIT, Marin Soljacic.

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