86400 – Blog de viajes

No sólo somos un nick

¿Te gusta el artículo? ¡Valóralo!

0 media basada en 0 votos

  • Excelente
    0
  • Muy bueno
    0
  • Normal
    0
  • Regular
    0
  • Malete
    0
Como cambia la vida, y como la ha cambiado Internet, sobre todo en cuanto a relaciones con otras personas. Antes teníamos nuestro entorno de amigos y familiares, conocidos y del que teníamos constancia. Conocíamos su ubicación y de alguna forma u otra, teníamos noticias por una persona u otra del entorno.

Ahora, con Internet, todo cambia. Conocemos a muchísimas más personas, que en muchas ocasiones son solamente un nick o un alias, un nombre en la pantalla que escribe cosas, que sabemos en qué página Web encontrarlo pero poco más.

La lista de conocidos se extiende numerosamente cuando visitamos foros o páginas de opinión y cada día vemos más o menos a las mismas personas entrar y opinar sobre algo.

Es el caso de Observatorio, donde cada día se comenta la foto del día, y donde ha ocurrido un desafortunado suceso.

Solía comentar una persona llamada Joel y de repente un día dejó de hacerlo. Tras pasar unos días, algunos usuarios se preguntaban que sería de una persona que entraba prácticamente todos los días a dar su opinión personal y visión de cada foto.

Unos días después, su hija mayor anunciaba que su padre había muerto en un accidente de tráfico. Se había enterado que su padre era muy aficionado a la página de Observatorio y que le gustaba muchísimo, así como la astronomía.

Como vio que mucha gente preguntaba por él nos dio ella misma la trágica noticia. La verdad es que Internet agranda la lista de conocidos y amigos que uno tiene, pero estas noticias son igualmente tristes aunque no conozcas físicamente a esa persona.

Cuando durante meses tienes constancia de personas a través de un foro, por muy digital que sea este entorno, te une algo a ellas, como si fueran un conocido o amigo de "la vida real".

A mi nunca me había pasado, pero estoy seguro que mucha gente ha vivido algún caso similar.

Bueno, tras esta reflexión, no quiero dejar de mandar un fuerte abrazo a Joel, que espero siga disfrutando donde esté de su gran pasión la astronomía.

Salir de la versión móvil