Como se puede apreciar fue la primera y la última vez que algún técnico tocó ese extintor, porque no hubo más revisiones. La presión estaba totalmente baja, no tenía absolutamente nada, y acierto que lo que hay dentro no creo que sirva mucho para apagar nada.
Luego vienen los llantos cuando se quema el local y no hay con qué apagarlo. ¡Ay, si se enterara mi cuñado que es inspector de estas cosas…!