La primera y menos importante, es que hoy me han entregado 3 paquetes que no eran míos, sino para otra empresa que, efectivamente está en el mismo área de reparto, pero que claramente en las etiquetas de las cajas pone otra dirección diferente a la del albarán. Sólo hay que fijarse un poquito antes de coger los paquetes de la furgoneta.
Me ha parecido grave porque está violando la privacidad de ambos clientes. La del otro cliente, que yo tengo su mercancía y podría haberla abierto sin querer si no me hubiera fijado en las pegatinas de la caja, y la del otro cliente que, de la misma forma, podría haberse encontrado con otra mercancía equivocada.
Pero el erro grave fue el de ayer. Ayer me entregó la mercancía ¡¡¡un niño de unos 10 años!!!. El fallo de hoy junto con el de ayer me ha hecho llamar a SEUR para pedir alguna explicación e informar del asunto.
Me pasan con una supervisora y tras explicarle lo sucedido me afirma rotunda y rápidamente que es "el hijo del repartidor, que siempre va con el". Lo que por lo visto no sabía, y lo peor de todo que no se ha sorprendido es que el hijo lleva algunos paquetes al destino él solo.
Me comenta que el repartidor es autónomo, y que lleva al hijo con él porque está de vacaciones, etc… y al hijo le hace ilusión ir con su padre. No lo culpo de ello, yo también lo haría probablemente, pero de ahí a que el hijo entregue sólo los paquetes hay un trecho.
Lo quiero dejar exclusivamente en esta anécdota en mi blog pero creo que todos sabemos que está incurriendo en un delito al dejar trabajar al niño y, en nombre de SEUR, entregar un paquete en un domicilio.
Por mucha ilusión que le pueda hacer al niño, o por mucha morro que tenga el padre porque quizá simplemente no quería buscar sitio para aparcar, a un niño de 10 años no se le hace trabajar, sea el trabajo que sea, y menos cuando el responsable (el padre) está trabajando en nombre de una empresa internacional como SEUR.
En fin… que me toca siempre todo a mi … :(