En la oficina hubo las típicas risas y bromas sobre que no se abre el paracaídas, etc … pero ¿quien tiene el valor de hacerlo realmente?
Recuerdo cuando lo propuse yo hace unos años en el lugar donde trabajaba. Rápidamente, entre compañeros de trabajo y amigos y familiares se apuntaron cerca de 20 personas. Misteriosamente conforme se acercaba la fecha del salto salían las excusas: "no tengo dinero", "me duele el tobillo", "tengo otras cosas que hacer" … … A eso lo llamo yo rajarse.
Es sin duda la experiencia de adrenalina más especial y brutal que he tenido en mi vida. Sentir como caes a más de 200 por hora, ver que no hay NADA (excepto el monitor detrás tuyo, claro), y abrir el paracaídas y no escuchar nada durante 8 minutos, tranquilidad absoluta y un paisaje especial.
Lo recomiendo encarecidamente a cualquiera que no le duela el tobillo, porque es un dinero (si, cuesta unos 200 euros) muy bien invertido.
Y ya que les he cogido la foto para este articulillo les hago publicidad. Si estás por el noreste de España, el de Ampuria Brava es el mejor.
Animo Joan, espero verte el lunes en el trabajo de nuevo :D
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