[su_wiloke_sc_company_website]Seguro que ya lo habréis visto en las noticias: cuatro niños han fallecido tras de caerse el tejado de una instalación deportiva en Barcelona, y es que esta mañana ha sido un infierno en la ciudad condal.
Cuando he ido al centro esta mañana he visto destrozos por todos los lados: señales grandes volcadas, semáforos destrozados, farolas caídas, árboles descuartizados de cuajo (alguno de ellos tan violentamente que se ha empotrado contra algún escaparate), decenas de unidades de la policia mirando hacia arriba, esperando que no ocurriera otra desgracia por algún balcón, zonas de calles o calles enteras cortadas al tráfico por caídas importantes de palmeras, árboles o cosas peores.
Pero por la parte oeste y suroeste se han llevado la peor parte. Yo he visto la letra «H» de las letras «HOTEL» colgadas en el lateral de un hotel mitad partida, y lo que quedaba de ella estaba colgando (a unos 50 metros de altura), pero lo más impactante que he visto ha sido una mesa de ping pong que había caído de un ático (un quinto piso). Por donde vivo hay muchos vecinos en donde realizan pequeñas obras en el ático y había por la calle barras de metal, postes de madera y cortinas de las estructuras típicas de «pic-nic» que se hacen en las terrazas exteriores del último piso.
Pero lo de la mesa de ping pong me ha dejado un sabor de boca amargo, y me he quedado tranquilo de no haber paseado a mi perro como hago todos los sábados por la mañana. Hoy era ciertamente peligroso andar por ciertas partes de Barcelona.
Imagínate que te cae esto …
