Lidl siempre se le ha conocido por sus precios bajísimos, casi los más bajos del mercado actual, pero también se le ha conocido porque, en general (quitando algunos productos) su calidad no es que digamos nada del otro mundo. Seamos conscientes, encontraremos a mucha más gente que le gusten las natillas del Carrefour o del Mercadona (por no compararla con las Danet), que las del Lidl, y así de cientos de productos.
Tal es la fama que tenía Lidl que por lo visto a su departamento de marketing no se le ha ocurrido otra cosa que intentar dar la vuelta a la tortilla, añadiendo a esos baratísimos precios la imagen de la calidad. Los consumidores no somos tontos, al final acabamos comprando lo que, para cada uno, tiene más calidad a mejor precio, pero, al igual que sabemos que el Hipercor tiene productos caros, el Lidl siempre los ha tenido baratos, y con sus más y sus menos y excepciones en cada caso, la calidad es más o menos proporcional.
Ahora Lidl se aventura con una campaña en la que alega que "la calidad no es siempre cara". Como si nos fuéramos a encontrar un jamón ibérico 5 bellotas a precio Lidl. Es como si Vips sacara una campaña del tipo "la calidad no es siempre cara", cuando Vips es moderadamente caro para cenar, mientras que puedes tomarte una hamburguesa mucho más rica por el mismo precio en Foster Hollywood's.
Pero bueno, que seguro que aquí cada uno le gusta más una marca que otra, pero todos sabemos la "fama" que cada uno se ha labrado tanto de calidad como de precio a lo largo de su vida comercial… no es plan ahora de dárselas de lo que uno no es.