No muy desaliñado, pero este hombre iba con un palo de arbol (se notaba que era una rama gorda) y una bolsa unida a el con un nudo. Probablemente ahí llevaba todo lo que tiene para vivir. En su mano tenía dos tomates y un pimiento, y estaba mirando frutos secos. Cuando veo personas así me entran ganas de charlar con ellas y conocer su vida (de ahí que probablemente me encanten programas como el de "Vidas anónimas" de "La Sexta").
Fue tan gráfico a lo que había visto en mis tebeos de pequeño que me quedé perplejo de que realmente hubiera gente con este estereotipo.