[su_wiloke_sc_company_website]La última vez que había visto una película en 3D era en la Expo de Lisboa allá por el 98. Y Dios mio, como ha cambiado la tecnología. No me esperaba unas gafas esteroiscópicas anaglifas (las de rojo y azul) pero si las polarizadas con visibles rayas horizontales. Y nos dieron unas gafas que aparentemente no tienen ningún dibujo o marca aparente en «la lente».
Tenía miedo de estar en un largometraje con unas gafas 3D, pues no es lo mismo alguna demostración en algún parque de atracciones de 5 minutos, que no más de hora y media. Sorprendido porque eran muy cómodas y no te mareas nada.
La película, en la línea de las otras 2 anteriores, muy buena, y sin duda la experiencia 3D la repetiré más a menudo con otras películas que pueda, porque he salido muy contento.