[su_wiloke_sc_company_website]Ahora que vivo en Madrid estoy en el perfecto campo de batalla donde se multiplican las ocasiones de ver lo mal que conducimos todos en general. Pero especialmente en esta ciudad la acción de adelantar o cambiar de carril se da, en relación a otras ciudades, muchísimo más, ya que existen muchas vías que comparten tanto la salida de la vía principal como la incorporación a la misma, sobre todo en las famosas M-30 y M-40, que circulo todos los días.
Antes de nada, vamos a repasar el Artículo 84, Sección 2 de las Normas de Circulación, que dice:
Antes de iniciar un adelantamiento que requiera desplazamiento lateral, el conductor que se proponga adelantar deberá advertirlo con suficiente antelación, con las señales preceptivas y comprobar que en el carril que pretende utilizar para el adelantamiento, existe espacio libre suficiente para que la maniobra no ponga en peligro ni entorpezca a quienes circulen en sentido contrario, teniendo en cuenta la velocidad propia y la de los demás usuarios afectados.
Lo más importante de este párrafo es sin duda la primera palabra de todas: «antes«. Y por si acaso alguien no sabe lo que quiere decir, pondremos la definición (dedicado a esos listillos de la carretera):
antes
adv. t. y l. que denota prioridad de tiempo o lugar:
Chulitos de la carretera, gente que se cree que conduce sola, los que usan el asfalto como pista de entrenamiento, los que se compran un 4×4 para (sin saber conducirlo) creerse que están en las ferias, y demás estúpido al volante: señalar la intención de cambiar de carril NO TE DA DERECHO a cambiar.
A ver si se nos mete en la cabeza a todos que el accionar el intermitente lo que hace es decir al resto de conductores tu intención de querer cambiar de carril, pero no indica que lo vas a hacer por qué sí, y menos aún, indica que ya lo has empezado a hacer. Para esto último, ya mejor no lo pongas, porque en ese caso más que un aviso parece un insulto.
Mira que es fácil: poner el intermitente, esperar un momento a que el entorno lo vea (no es mucho, 1 o 2 segundos), ver si en el carril donde vas a moverte hay alguien, y más importante de todo, ver si ese alguien le vas a hacer modificar su velocidad frenando para dejarte entrar.
Hasta que la gente aprenda esto seguiré jugándome la vida por las rotondas de Madrid esperando que alguien no cambie de carril sin intermitente y empotrando su lateral de coche contra mi moto.
Que Dios me oiga …