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Formigal, en el Pirineo Aragonés

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Una de las actividades más populares que el Valle de Tena, al norte de Aragón, ofrece en el invierno es el esquí, con un abanico de estaciones entre las que se encuentra el mayor número de kilómetros esquiables de España. Montañas soleadas para disfrutar de días intensos e inolvidables del deporte rey de invierno, con un tiempo envidiable como se puede apreciar en las fotos y vídeos que no paramos de sacar.

El Valle de Tena es uno de los destinos preferidos por los amantes del esquí. Quizá sea la infinidad de posibilidades que ofrece, las kilométricas pistas, o las vistas desde las más altas cotas, lo que ha hecho a esta estación ganar con creces un puesto reconocido en Europa como uno de los mejores destinos para deslizarse por la blanca nieve en múltiples y divertidísimas formas.

 

Toda una novedad, por ejemplo, son las bicis de nieve, con una zona reservada para ello, en donde con unos esquís cortos en los pies, y dos esquís más de la propia bici, conocerás una forma novedosa y muy entretenida de bajar montaña. Parece complicado pero ¡es fácil!, y sin duda, por la novedad, la gente se queda boquiabierta al ver cómo te deslizas sobre la nieve sentado y con bastante control.

Alrededor de las pistas, otra de las actividades nuevas que la estación pirenaica ofrece este año es karts sobre hielo o icekarting. Su responsable, Vera Planadevall, es entrenador nacional de esquí y campeón de Aragón de rally, qué mejor combinación para encargarse de promocionar tan curiosa actividad que no deja de sorprender a los esquiadores que van accediendo en la estación, ya que se encuentra nada más entrar de uno de los parking de Formigal, el de Anayet. Apto para todos los públicos, derrapar sobre hielo -sin tener que usar cadenas- y rodeado de blancas montañas, resulta cuando menos, espectacular.

Otra actividad vecina son los trineos. Para aportar una mayor seguridad, Formigal ha acotado una zona especial para que los más pequeños (bueno, y a los mayores a quienes les guste) se tiren ladera abajo, siempre vigilada por personal de la estación. También compartiendo valle, unas jaurías de preciosos huskys nos evocan tierras más gélidas, donde se usan para transporte y caza, aunque aquí, nos sirven para seguir deleitándonos de las imponentes y esculpidas montañas franco-hispanas.

En general, da gusto ver cómo miles de personas vienen aquí a disfrutar de la nieve. Sólo en la estación de Formigal, hay de 12.000 a 15.000 personas en un día de temporada alta. No hay donde aburrirse con la cantidad de actividades que ofrece tanto en pistas como fuera de ellas.

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