[su_wiloke_sc_company_website]La famosa Venecia no es la única ciudad de Europa surcada por canales. Hay otras que podemos recorrer navegando cómodamente y descubrirlas así desde una original perspectiva. Copenhague es una de ellas.
¿Te imaginas ver a la Sirenita desde el agua mientras ella te contempla desde lo alto de las rocas? Irónico, pero posible ¡y recomendable!
Curiosamente la vista de esta conocida escultura es muy distinta según la época del año en la que estemos. Si la marea está alta, como sucede en invierno, verás a la Sirenita sobresalir del agua, como una pequeña mancha oscura rodeada de olas. En verano la escultura parece acercarse, ya que se hace más accesible al bajar la marea. Como si la hubiese salido del mar, puedes verla junto al paseo peatonal y llegar a ella sin mojarte. Muchos no pueden resistirse a acudir a tocarla, tanto, que -literalmente- la Sirenita ha perdido ya dos veces la cabeza. No esperes una descomunal estatua, la muchacha del mar es prácticamente equivalente al tamaño real de una persona.
Hay varias rutas en barco que recorren los canales de la capital danesa. Nosotros, elegimos una de las que incluye la Copehagen Card, muy práctica para visitar cómodamente los puntos clave de la ciudad en poco tiempo. Recorrimos una ruta completa de algo más de una hora seguida con la que te haces una idea general de lo más destacado de Copenhague. También hay rutas con varias paradas en las que puedes bajarte y volver a subir al barco cuando quieras, para estar el tiempo que te apetezca en los puntos de la ciudad en los que el cuerpo de pida detenerte.
Comenzamos la ruta en Højbro Plads, y en seguida nos dimos cuenta de que la arquitectura en Copehague combina de manera fascinante edificios antiguos y modernos de una forma armónica y singular.
Desde el barco surcando el canal contemplamos edificios como la Antigua Bolsa, el Experimentarium, o el B&W Hallerne, un antiguo complejo industrial en la isla de Refshaleøen, donde celebró hace pocas semanas el certámen de Eurivisión 2014. Esta cita de la canción -y toda la parafernalia que la rodea- convirtió desde entonces este complejo en la llamada ‘Isla de Eurovisión‘.
Sin duda uno de los edificios más llamativos es el de la Ópera, de 41.000 metros cuadrados, donado al estado danés por A.P. Møllerand Chastine Mc-Kinney Møller Foundation en el año 2.000. A.P. Møller fue co-fundador de la compañía naviera Maersk, una de las empresas de mayor renombre del país. La donación fue controvertida ya que todo su valor les sirvió para desgravar sus impuestos.
Otra marca danesa por excelencia es famosa por habernos hecho disfrutar a muchas generaciones de artistas, diseñadores, arquitectos y constructores de las más imaginativas estructuras y criaturas. Me refiero, por supuesto a la colorida marca LEGO. Si eres fan de estas divertidas piezas, no dejes de visitar la LEGO store en Vimmelskaftet 37, una de las principales calles comerciales de la ciudad, justo enfrente de la siempre bien ubicada ZARA.
Nuestro recorrido en barco terminó en el pintoresco barrio de Nyhavn, protagonista de numerosas postales de Copenhague. Es un paseo marítimo, canal y zona de ocio desde el siglo XVII. Está surcado de hotelitos y casas de de colores brillantes, y numerosos bares, cafeterías y restaurantes. El escritor Hans Christian Andersen, uno de los personajes más reconocidos de Dinamarca, vivió en Nyhavn durante 18 años. Hoy, es una parada obligada para los visitantes.
Al final del recorrido, una sorpresa bajo el agua: la escultura titulada «Agnete y el tritón», que se realizó para se contemplada en el centro de la ciudad ¡bajo el agua!. Está inspirada en un cuento de Hans Christian Andersen, Según el cual, Agnete era una joven que un día se enamoró de un tritón (o sireno) que le propuso ir a vivir con él al fondo del océano. Ella aceptó y tuvieron 7 hijos. Pero Agnete quiso volver a la superficie un domingo y acudir a la iglesia prometiendo que volvería después de misa… y nunca volvió.
La escultura sumergida que representa al tritón y a los siete hijos de Agnete esperando que vuelva al fondo del mar con ellos. La espera promete ser larga, pues en a superficie se está estupendamente ;)