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Dresden, una ciudad con alma joven

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Este mes hemos conocido una ciudad sorprendente por su vivo corazón joven y palpitante. Muchos aspectos curiosos de Dresden los podréis encontrar etiquetados en la red como #YoungDresden, y la ciudad respira la vitalidad de este hashtag por todos sus rincones.

En Dresden hay 9 universidades ¡y casi el 10% de los habitantes de esta ciudad son universitarios! Lógicamente, con esta proporción, la marcha nocturna es realmente un hervidero de actividades, música, eventos, baile, cultura y celebración continua. ¿Dónde se encuentra todo esto? Por toda la ciudad, pero especialmente en la zona de Neustadt, donde hay locales, bares, restaurantes y discotecas para todos los gustos.

Fue precisamente en Neustadt donde nos alojamos, sin duda el barrio que no te puedes perder si te gusta salir y disfrutar de unas copas con amigos. Pero este barrio no sólo destaca de noche, sino que los colores inundan sus paredes plagadas de arte urbano.

Por muy poco, puedes recorrer en un tour nocturno -a tu aire, o guiado- los rincones más escondidos de este barrio.

También a la luz del día hay sorpresas en sus fachadas. Edificios como estos son un festival de color.

Estas pintorescas fachadas se encuentran ocultas como un tesoro en un patio de manzana: el fabuloso Kunsthofpassage, en la calle Görlitzer Straße 21-25. Se trata de una galería abierta, bohemia, dividida en 5 patios adoquinados que se conectan.

Este es un pasaje comercial cuya entrada está señalizada con un cartel en el que sólo aparece dibujada una vaca sobre fondo azul ¡búscalo bien, porque puede pasar desapercibido y te perderías esta maravilla!

Es un barrio peculiar, lleno de arte callejero, que concentra las mejores tiendas y boutiques de la ciudad, así como gran cantidad de afanados artesanos, pintores, músicos, y personas dedicadas a negocios de hostelería con toques de lo más original.

Casi mires donde mires, te sorprende una fachada, un vehículo decorado, un objeto decorado de una forma fantástica… ¡hasta un simple parquímetro puede desbordar originalidad!

Incluso la decoración de nuestro apartamento en Lollis Guesthouse era un festival de color. En este alojamiento estuvimos cómodos por su ubicación, por la libertad e independencia de movimiento que nos brindaba y por sus atenciones desde recepción.

Neustadt tiene identidad propia, se proclamó en los años 90 como á "República Multicolor de Neustadt", similar a la micro-república de Christiania, en Copenhague. Cada año, en junio, celebran con una gran fiesta celebrando su particular carácter independiente, por su puesto de forma pacífica y en perfecta armonía con el resto de la ciudad.


Neustad es un escaparate de colorido arte urbano, expuesto a todos, arriesgándose que cualquiera pueda modificar las obras con nuevas aportaciones.

Los artistas de Neustadt están concienciados de que sus obras son accesibles, y cualquier espectador puede interactuar con ellas como sea. En general, pese a estar todo abierto y "desprotegido", se respira el respeto y la apreciación por las expresiones artísticas de todos.

Desde nuestra llegada, Dresden nos recibió con los brazos abiertos. Vimos los curiosos "Ampelmännchen", en alemán "hombrecillos del semáforo". Estas brillantes siluetas de un hombre con sombrero son desde los años 60 típicas de los semáforos de la antigua Alemana del Este. Tras la reunificación alemana, se convirtió en un popular icono, del que encontramos camisetas y toda clase de souvenirs. Además, desde el 2004, y sólo en Sajonia, también se encuentran versiones como "Ampelmann mochilero" o su media naranja, la "Ampelfrau".

Dresden es una ciudad muy amigable para recorrer en bicicleta. Peatones, conductores y bicicletas conviven con respeto y amabilidad en las calles. En el centro de la ciudad, encontramos muchos aficionados a rodar por el asfalto haciendo vistosas acrobacias tanto en bici como en patines o patinete. ¡Muy divertido!

Tras descubrir el barrio de Neustadt, nos dirigimos a recorrer el centro. De camino, el río Elba por el famoso puente de Augusto, al que llegamos por esta gran avenida, llena de comercios, esculturas y por supuesto, bicicletas por doquier.

La parte más clásica de la ciudad la dejamos para un próximo post, ¡si quieres conocer Dresden, atento a todos los consejos que podemos facilitarte!

 

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