[su_wiloke_sc_company_website]Cuando voy a un bar a tomarme un bocadillo o una tapa, me gusta saber que es lo que como. En el caso de las tapas es más bien fácil porque las tengo siempre a la vista, para coger y listo, pero los bocadillos es otra historia.
¿Cuántas veces has dudado de coger un bocadillo u otro porque no sabes como estará? Bueno, en un bar al que fui hace poco en un pueblo a unos 30km de Zaragoza, me llamó la atención lo que habían hecho: fotografías.
Vale, vale, espera un momento, que ahora dirás que muchos sitios tienen fotografías. Yo también he visto muchos pero ninguno como este. En todos los sitios que he estado existen fotografías que NADA se parecen a lo que te van a sacar. Bocatas enormes, muy bien realizados, con los ingredientes que se salen por todos los sitios, e incluso si me apuras, son fotografías de estudio, con elementos de plástico, iluminación estudiada y sprays que hacen que brille más.
En este sitio me encontré una carta con fotografías que se nota descaradamente que están realizadas con una cámara normal por el propietario del local que luego ha cogido y las ha imprimido en color, plastificado y … ¡ya tiene menú!
Ojalá muchos sitios fueran así. Los bocatas que nos trajo eran exactamente iguales a los de las fotos, nada que envidiar unos de otros. Impresionante. ¡Chapó!
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