Caminando ayer por la Expo Zaragoza me encontré en una de sus barandillas un pequeño saltamontes observando la muestra. Lo mejor de todo era su pasividad. Había intentado fotografiar anteriormente a estos bichos pero pronto saltaban amenazados por el objetivo, ya que para hacer estas fotos hay que acercarse a apenas 1 centímetro.
Conseguí tomar una foto buena del bicho completo (arriba) y otra rascándose la cabeza (o el ojo) con el detalle de esa patita "afilada" en forma de media luna y su gran ojo.
Lo que más me resultó curioso es el cuello que tiene cuando movía la cabeza, como si fuera un tronco interno de otro color.