Los correos electrónicos están desde antes que nacieran las páginas Web. Me acuerdo que mis primeros comienzos con la red (año 94) fueron exclusivamente a través de correo electrónico y listas de correo.
El correo consta primordialmente de los campos asunto, copia, copia oculta y cuerpo del mensaje. ¿Parece simple verdad? Pues todavía hay gente que no sabe como escribir un correo.
Un correo debe ser igual de legible y entendible que un documento de papel, o un documento de Word. ¿Escribirías en una carta de papel todo el texto en mayúsculas y sin saltos de línea? Pues hay gente que si.
Pero me voy a centrar en el asunto del correo electrónico esta vez. El asunto de cualquier documento debe resumir bidireccionalmente el contenido del mismo, es decir, que (casi) irrevocablemente su significado resuma el contenido y (muy importante) que el contenido al resumirse derive en el asunto.
Me explicaré con unos ejemplos. Mucha gente pone como asunto "Documento importante" para mandarte una tabla de ventas del mes pasado. Ciertamente las ventas son importantes, pero no todo lo importante son ventas. Es como el clásico ejemplo de todos los elefantes son animales, pero no todos los animales tienen que ser elefantes.
Por tanto, en el anterior ejemplo, quizá algo como "Informe de ventas de Diciembre 2008. Documento importante" hubiera sido mucho mejor.
¿Por qué explayarse tanto?. El que maneje a diario el correo electrónico encontrará muy útil que el asunto de un email contenga la suficiente información como para que, en una búsqueda, se pueda cazar fácilmente el mensaje que buscas.
Tengo un compañero de trabajo (llamémosle "X") que me manda muchos emails con el asunto "De X". Si, ya se que viene de ti, señor X, lo pone en el campo "remitente", no es necesario desperdiciar el poder del asunto del email, que vendría bien para ver de un vistazo sin tener que ni abrirlo, el contenido del mensaje.
Otro mal uso del asunto es cuando se usa para escribir el mensaje que debería ir en el cuerpo del mensaje, y dejar éste vacío. Eso se transforma en la recepción de un email con un asunto de 500 caracteres, tampoco muy útil ni muy cómodo de leer.
Y ya para colmo, es el asunto vacío, el rey de la fiesta. El que te dice todo lo necesario para pasar de un correo electrónico y no abrirlo.
En fin, que el asunto es importante para una futura búsqueda del mensaje, para una previsualización del contenido del mensaje y para que, a su vez, cuando lo respondas, el que lo ha escrito sepa también de qué va el mensaje.
Cuando uno maneja más de 500 mensajes al día de correo electrónico (hoy en día muchos de nosotros), estas pequeñas lindeces de la vida, son muy importantes.