[su_wiloke_sc_company_website]Estaba viendo el programa de Manel Fuentes de La Sexta «Malas compañías» y me he quedado asombrado con el reportaje de lo fácil que es subir a los aviones líquidos químicos fácilmente adquiribles en cualquier droguería para poder hacer una pequeña bomba.
Seguro que teniendo conocimientos de química hay 1000 formas de crear minibombas «a lo MacGyver» con lo que uno se puede encontrar en los «Duty free» después de pasar los controles y antes de llegar al avión.
Pero lo que más me ha dejado boquiabierto es que algunas compañías aéreas dan cubiertos de metal en la comida del avión.
¿De qué narices sirve que te hagan quitarte el cinturón, las botas, las monedas, los móviles … elementos tan peligrosos (irónico), y que luego en el avión te den un cuchillo de metal?
No hubiera imaginado nunca algo tan chorra, tan patético, tan increíble… que Aena, que se gasta más de 120 millones de euros al año sólo en seguridad siga permitiendo cubiertos de metal en un avión.
Es increíble el lavado de cabeza que nos intentan meter en los aeropuertos para simular la seguridad y hacernos sentir mejor después de lo que cambió el mundo el famoso 11-S.
Pero no se qué es mejor, intentar simular esa seguridad o llamarnos tontos a la cara.
Lo siento que sea tan claro, pero el que quiere secuestrar un avión puede hacerlo con un cubierto de metal, o con una revista.
Tendríamos que pensar de nuevo todo el sistema y explicarlo bien. Ahora mismo, sólo es humo.