Había un niño que quería ser soñador. Planeaba su voz al viento, mientras que su madre le transportaba a la realidad, de nuevo, con sus palabras. Sin embargo, él quería soñar.
Era un día soleado, azulado, despejado. Las nubes parecían estar absortas en algún otro sitio, porque por allí no habían aparecido desde hacia unos días. Altanero en el horizonte, se encontraba el sol calentando la tierra. ...