Y nunca mejor dicho, pues vamos a usar fósforo para ello. Los ingredientes que necesitamos son muy básicos: una caja de cerillas, lejía, una jeringuilla y agua oxigenada.
En primer lugar cogemos una caja de cerillas con la mayor riqueza en fósforo. Si tienes luz ultravioleta verás que brillan con ella más cuanto más fósforo tienen. Cortamos todas sus cabezas y las introducimos en un recipiente o ...