Cuando estuve en EEUU me quedé asombrado de la cantidad de hamburguesas diferentes que tienen en los lugares de comida rápida, no 10 tipos como tenemos aquí, sino 30 y 40, y sobre todo me llevé las manos a la cabeza cuando vi que la gran sociedad obesa estadounidense se solía pedir una hamburguesa triple e incluso cuádruple.
Ahora, en España, en mi propio país, las compañías han debido ver potencial en nuestras barrigas consumistas y cada vez más grasientas porque están comercializando la hamburguesa triple, con tres veces más de grasas, porquería, colesterol y en general mierda que la hamburguesa de toda la vida. Aunque seguro que se dejan ingredientes.
¿Pagar 7 euros por zanparme tal porquería? Casualmente casi al lado de este Burger hay un restaurante de buffet libre de pastas y ensaladas por 9 euros. Al menos, comeré mejor.
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