[su_wiloke_sc_company_website]Aquí ando de nuevo, reactivando el blog. Realmente no se si volveré a escribir con asiduidad o este será el último post en tiempo, pero bueno, hay que intentarlo, y ahora lo que si tengo son ganas y sobre todo, cosas que contar, ya que me he mudado a vivir a Nueva York, y aquí pasan muchas cosas «raras» si las comparamos con España, y una de ellas es el tema de las propinas.
Ayer me fui a comer por el SoHo. Saqué mi móvil y comencé a buscar un restaurante en FourSquare con comentarios interesantes. Antes de seguir la historia, tengo que añadir que aquí, en la Gran Manzana, tener un smartphone es absolutamente normal, es la ciudad con más iPhone’s por metro cuadrado que he visto en mi vida y se tiene bien arraigado ya el concepto de «hacer cosas con el móvil» … es decir, ¡que estoy en mi salsa! ;)
Como decía, elijo un restaurante y acabo en Soho Garden & Grill comiéndome «algo de pollo con queso». Me traen la nota y no me doy cuenta de que en el ticket pone que cuesta $13.07 y que hay un espacio que pone «propina», y luego «total», ambos campos vacíos. Doy mi tarjeta de crédito (otra cosa normal aquí y que ya explicaré en otro post) y me la devuelven con el típico bolígrafo … ¡pero no para firmar una autorización de compra!
Firmo y me empiezo a poner el abrigo y la camarera me dice que tengo que añadir propina. Cuando he ido a otros sitios durante mi primera semana, he ido con más gente, y la propina siempre la había visto ya añadida a la nota, es decir, siempre ponen los «taxes» (impuestos) y la propina y te cobran todo de golpe. Pero aquí no (luego me enteré que es porque a partir de cuatro personas autoañaden la propina en el ticket, y cuando vas solo no).
Ellos ya habían cobrado con mi tarjeta y me la devolvían, pero yo debía poner en bolígrafo en la nota, la propina que yo quería dar a la camarera, sumar a lo que ya me habían dado y poner el total abajo con mi puño y letra. Ellos, después, cobrarían esa cantidad extra en un segundo cargo en mi tarjeta (la máquina guarda los datos y sólo tienen que decir «cobrar X más en la tarjeta que acabamos de pasar» aunque ellos no la tengan físicamente).
Me quedé sorprendido, obviamente. Estaba «acostumbrado» al 18% o 20% de propina que se «autoimponen» en todos los sitios, pero que yo la tuviera que escribir en la nota era totalmente nuevo para mí. Luego, una amiga de aquí, se rió sorprendida que «nadie me lo había contado hasta el momento», y que lo normal es dar el doble de los impuestos si el servicio ha sido normal.
Aquí, en NYC, la gente «vive de las propinas» básicamente. Tienen un sueldo base muy muy justo, y se vive de las propinas. Eso sí, con ellas, se sacan al final un buen sueldo.
Lo comparo con España, en donde como mucho damos normalmente los «céntimos que sobran» hasta el euro, ya que el concepto de propina no lo tenemos montado como aquí. ¿Creéis que funcionaría este sistema neoyorquino en Madrid? ¿Os veis dejando una propina en el VIPS de 4 euros más para el camarero en una cena que os ha costado 20 euros? Pensadlo …
En fin, este ha sido mi primer acercamiento a reactivar el blog. Como contaba, tengo muchas cosas ya que contar de por aquí e intentar «compararlas» con España. Son mundos tan diferentes … Espero poder contaros muchas cosas en los siguientes días.