Es la frase que, aludiendo a la estadística, se suele decir cuando, a pesar de las cifras, vemos algún accidente aéreo en una película o en la realidad. La verdad es que aún teniendo la tasa más baja de accidentes, bien es cierto que, cuando pasa algo, las posibilidades de vivir son remotas.
En el cine han hecho grandes catástrofes aeronáuticas y la revista Maxim ha hecho un reportaje con las 10 más ...