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Que si, que al alcalde del pueblecito austriaco de Rattenberg no se le ha ocurrido otra cosa para evitar la emigración de su población porque en estas épocas del año el Sol no da mucha luz en el mencionado sitio.
¿Qué se le ocurre? Sacarse de la manga un proyecto de helioestatos de dos millones de euros y pedir que el 50% se lo pague la Unión Europea… ¡han aceptado!
Un heliostato básico utiliza un mecanismo de relojería para girar el espejo en sincronía con la rotación de la Tierra. Artefactos más complejos pueden seguir el cambio de la posición del sol durante cada año solar e incluso rastrear el sol a diario, de manera que conocen su situación exacta en cada momento.
Por medio de estos helioestatos, la luz va rebotando de uno en uno, hasta llegar a las calles del pueblo. ¡De película!
[tags]Helioestatos, luz, espejos[/tags]
Este es uno de los motivos por lo que ellos son primer mundo y el emisferio sur tercer mundo.
23 de diciembre de 2006