[su_wiloke_sc_company_website]«Buscarle tres pies al gato» es una expresión usada cuando alguien tienta la paciencia de alguno con riesgo de irritarle o también tratar de justificar lo injustificable causando molestia a los demás.
Aun así, parece lógico pensar, que es fácil encontrarle tres pies a un gato, cuando lo realmente complicado sería buscarle cinco, y es que este dicho se ha corrompido.
La primera vez que se citó fue en 1611 por Sebastián de Covarrubias en su tratado «Tesoro de la lengua castellana», en donde aparece:
Buscar cinco pies al gato se dice de los que con sofisterías y embustes nos quieren hacer entender lo imposible; nació de uno que quiso probar que la cola del gato era pie.
Años más tarde, «El Quijote» (en su capítulo 22 de la primera parte) es cuando modifica la expresión usando tres patas en lugar de cinco, y dada la popularidad de este libro, es el uso que se le ha ido dando desde entonces.
Existe un cuarteto anónimo popular que habla de este pequeño cambio y el uso de ambas expresiones:
El normal cuatro presenta,
Tres si le falta una sola,
y cinco si quien las cuenta
toma por pata la cola.
Parece ser que España ha sido el país latino donde más se ha popularizado dicha expresión con tres patas, debe ser porque es la cuna de «El Quijote», cuando en otros países de latinoamerica, se ha seguido con las cinco patas, algo más lógico y, como comentaba, más difícil de encontrar.
Justo lo estuve comentando con unos amigos hace unos días, que nunca he entendido por qué se le buscan tres pies al gato, si te los encuentras de un vistazo y hasta te sobra uno :\
7 de abril de 2008Si, esa es una conversación que todo el mundo ha tenido al rededor de unas cervezas ¿verdad? Y al final es que, efectivamente, un gato puede tener (y tiene) perfectamente 3 patas, el problema es encontrar 5 patas!
7 de abril de 2008@carballo, si vas con unas cervezas tienes que buscarle 10 pies al gato, porque le ves 8 ya de por si con el pedo encima :$
7 de abril de 2008Queda mejor:
7 de abril de 2008Buscar tres pies al pato
Es cierto, por estas latitudes del sur se suele usar mucho lo de la quinta pata del gato.
7 de abril de 2008Yo había escuchado que «buscar tres pies al gato», la expresión que se usa hoy en día para decir que algo es imposible, viene de la deformación de «buscar el traspiés al gato», porque estos no se tropiezan nunca.
Un saludo desde Gasteiz
8 de abril de 2008El problema era de cervante tenia que ser gallego, mas torpe no uso la logiga y distorciono el dicho de los patas del gato y entodo esto que dice el gato, creo deberia pronunciarse para aliviar nuestras dudas, saludos desde Perú
7 de octubre de 2008Es traspiés al gato por lo que dice Moran, aunque, traspiés no viene en la rae, sí en otros diccionarios… pero estamos de acuerdo en que es de uso común, ¿no?
Saludos
8 de diciembre de 2008perdón, sí viene, lo puse en plural.. i’m sorry so much.
8 de diciembre de 2008En realidad los pies a los que se refiere el dicho son a los de la métrica castellana. Es decir GA-TO tiene dos sílabas o pies, por eso no hay que buscarle tres.
Lo de la quinta pata del gato es otra cosa:
«Ahí te va la despedida
la que echó el gato a la gata
que al subir por la escalera
le metió la quinta pata. (Copla popular)»
Supongo que no hay que explicar más.
12 de febrero de 2009los gatos caminaban sobre sus patas traseras y con la cola eran 3
6 de julio de 2009pero ahora camina con 4 y con la cola son 5…
lo que hace la evolución…
(podria ser una posibilidad)
ke maidita baina
14 de octubre de 2009Lo del traspiés al gato es una confusión o degeneración, la cual en sus inicios no era así, sino «no le busques traspiés al gato» ya que este animal por mucho que lo empujes al andar nunca tiene traspies. Con el paso de los años fué pasando de traspiés a tres pies.
Un Saludo
8 de abril de 2010Parece que no solo el bueno de Homero también duerme.
1 de mayo de 2010La primera parte del Quijote se publicó en Madrid en 1605, mientras que El tesoro de la lengua castellana fue escrito por Covarrubias en 1611, seguramente no antes de 1610 cuando estuvo muy enfermo.
Entonces, para que Covarrubias escribiera lo de las cinco patas antes que Cervantes pusiera en boca del comisario lo de las tres patas, tendría que haber habido una curva de tiempo-espacio einsteniana.
De todos modos, me gusta la explicación de Nyb, parece la más acertada.
Estos días el señor ex-vicepresidente del gobierno socialista D. Alfonso Guerra a su salida del parlamento y ante una pregunta de un periodista ha dicho algo como «eso es buscarle los 18 pies al gato». No imagino si difícil es buscar 5 cómo será buscarle 18. Es impresionante la propiedad con la que utilizan estos señores nuestra lengua y qué tan profundo conocimiento poseen de nuestros dichos y nuestra cultura. En fin, así nos va.
29 de mayo de 2010No sé si que Cervantes Saavedra fuese gallego es razón para decir que distorsiona la lengua. Lo que pasa es que a lo mejor antes de criticar al padre de la novela por sus expresiones, alguno debería aprender a distinguir la «C» de la «S».
3 de septiembre de 2010Rocío: No creo que valga la pena contestarle a JOse de Perú, probablemente esté haciendo una mala broma.
4 de septiembre de 2010Yo tampoco puedo diferenciar la «c» de la «s», sin embargo admiro a Cervantes como a muchos otros españoles, americanos y simplemente humanos. Eso no es obstáculo para que a veces hagamos alguna broma diciéndole gallegos a los españoles, pero sin intención de ofender ni a unos ni a otros.
Los españoles no son los dueños de a lengua y antes de criticar la forma de hablar de los hispano-americanos deberían notar que con frecuencia confunden el uso de «le» por «lo» o colocan la preposición «a» delante de «por» en expresiones como «voy a por…».
Recuerda que nuestra lengua tiene variantes que la enriquecen.
En relación a lo de «gato» sigo pensando que se refiere a los pies métricos de la palabra «gato»
vayan a dormir…!
10 de mayo de 2011La primera documentación conocida de «tres pies al gato» es anterior a Cervantes, según el CORDE:
«¿No os contentárades con ser bachiller, como vuestro bisagüelo, y un buen sacristán y clérigo, como él, sin buscar tres pies al gato y querer subir al cielo sin escalera, para que os echen de allá por necio y soberbio, como a Lucifer?»
(Juan de Arce de Otárola, «Coloquios de Palatino y Pinciano», c. 1550)
26 de mayo de 2011Pues, entonces se quedamos que no se han de buscar tres pies al gato por que tiene dos (simétricamente) y cuatro patas ¿no? Pues, vaya. Eso si es que es buscarle los 5 pies para encontrar la explicación. ¿No será que Cervantes cometió un «traspiés» sin darse cuenta y monto la confusión?. Con Roberto estoy de acuerdo que la lengua es de quien la usa y no yo no sé bien como nombrarla, si española o castellana y no se hasta que punto escribirla como no se prenuncia es motivo de azaña, quizás costumbres y tradiciones deberían ser actualizadas. Con esto me despido y por la información os doy las gracias. ;-).
10 de agosto de 2011No vean que en Gran Canaria es la capital de cambiarle los nombres a las cosas, aqui se les dice las 4 patas al gato, casa del herrero (cuchillo de palo), dicen cuchara de palo y así.
5 de enero de 2012