Ni siquiera siendo aragonés de pura cepa, uno es capaz de imaginar las maravillas que tiene tan cerca, en su propia tierra. A menos de una hora de la capital de Aragón hacia el norte, con los Pirineos perfilando siempre el horizonte frontal, nos encontramos con el Valle de Tena, enclave de pueblos tan populares y bellos como Biescas, Tramacastilla, Lanuza, Sallent de Gallego, … repletos de puentes ...