Es la revolución de las construcciones ecológicas. Con árboles vivos se pueden construir casas, siendo el tronco los cimientos y las ramas haciendo de pared. Con un poco de arcilla se termina el trabajo ¡y a vivir!.
Lo mejor de todo es que las casas van evolucionando conforme el árbol, que está vivo, vá creciendo y madurando. Es una investigación de Smart Cities Group del MIT Media Lab. Además ha colaborado un arquitecto español puertorriqueño, Javier Arbona.
Supongo que habrán pensado en problemas como la cantidad de bichos que habitan en los árboles, o la aleatoriedad de crecimiento de sus ramas. En cualquier caso, parece que la humanidad va a tender a vivir como en la película "La máquina del tiempo" nos muestra cuando alcanzemo el año 800.000, en casas realizadas con cañas y árboles colgando de precipicios. Espero que no existan los Morlocks… en fín, que me he rallado.
Visitad la página oficial del proyecto, Fab Tree Hab, que está muy interesante.
…arquitecto puertorriqueño, no español; pero venga, qué importa. En cuanto a tu pregunta sobre cómo funcionarÃa…tenÃamos la intención desde el principio de hacer un proyecto de corte utópico y algo crÃtico de las corrientes actuales. Sin embargo, después tratamos de conseguir un dinero de la EPA en EEUU para hacer una prueba de una pared, pero no se concedió. Gracias por ponerlo.
12 de febrero de 2006Un verdadero honor que hayas entrado en el blog. Ahora lo cambio, perdona :) y enhorabuena por el proyecto
12 de febrero de 2006Muy bueno y muy interesante el proyecto, y la página…ojalá un dia sean una realidad este tipo de construcciones de “arquitectura orgánica”.
Si os interesa, existe alguna dirección sobre construcción sostenible, que no llega a la utopÃa de ese proyecto pero se va acercando:
13 de febrero de 2006http://www.csostenible.net/castellano/default.htm
Interesante…gracias Nacho, no conocÃa esa página.
23 de febrero de 2006nosotros en chile tenemos una comunidad donde estamos en una casa arbol. las paredes son de biotectura es uu exelente metodo de contruccion.
23 de agosto de 2006