Cuando ayer en Xataka leí que un empresario estadounidense se había implantado un chip para abrir la puerta de su casa, encender el ordenador... Y mejor aún, que solo le había costado $52 decidí que quería uno. Estoy seguro que en un futuro no muy lejano desaparecerán las tarjetas de crédito, DNI, llaves, passwords, etc.
Lo curioso de todo esto es que en pleno debate ético sobre la confidencialidad de ...