En estos tiempos que corren, donde la promoción inmobiliaria ha sufrido una grandísima desaceleración, las pobres comerciales que tienen que vender pisos de primera mano, ya no saben qué hacer o decir, para atraer la atención del cliente y vender, en algunos casos deseperadamente y a por todas, con tal de no tener que oir las quejas de sus jefes, que por cierto, son los culpables de esta situación por poner ...