[su_wiloke_sc_company_website]¡La Isla de la Libertad existe! No te estoy hablando de un libro o una película: existe de verdad. Durante una semana al año, bajo el nombre de Sziget (que significa isla en húngaro) miles de fantasías, juegos, personas en convivencia, músicas, momentos inolvidables, sabores, y todas las experiencias que te puedas imaginar, se dan cita en la cautivadora ciudad de Budapest.
Una isla, 7 días de incesante actividad. La Isla de la Libertad no es sólo una metáfora. Geográficamente, es en realidad una isla erguida en medio del imponente Danubio. Este año, los 362.000 visitantes que han acudido a formar parte de este evento, han podido disfrutar de una playa en las aguas del Danubio, con sus agradables terrazas en las que tomar algo escuchando la mejor música y compartiendo veladas con ¡gente de todas las culturas! A Sziget llegan personas de más de 70 nacionalidades, y la cantidad de actividades que se concentran en este recinto en 7 días lo hacen uno de los festivales más impresionantes e internacionales de todo el mundo.
Vivir en la Isla de la libertad de Sziget es como un sueño. Es un concepto diferente de festival, no sólo centrado en la música, como otros, sino lleno de espacios donde vivir experiencias originales: batallas de colores, espectáculos de circo, malabares, ratos de playa, DJs, fiestas de disfraces, campeonatos para resolver el cubo de Rubik –que es húngaro, ¿lo sabías?- lugares probar todo tipo de comidas y bebidas, demostrar tus destrezas, completar tu pasaporte multicultural, aprender a bailar, escuchar y cantar ópera, practicar deportes, ver arte, oír poesía, vivir actividades de aventura, participar del folklore húngaro, plasmar tus ilusiones en un enorme muro titulado «Antes de morir quiero…» y mucho más. Continua diversión y estimulación de todos los sentidos.
Así hemos vivido el increíble Festival Sziget, en Budapest en 2013:
Alguno de los elementos mas atractivos de Sziget son los que te hacen descargar adrenalina, como una enorme catapulta que te lanza al espacio impulsado por unos descomunales elásticos, no apto para cardíacos o personas con vértigo, pero absolutamente recomendable para los que disfrutan de la velocidad y los altos vuelos.
Junto a esta atracción, la noria gigante conocida como «Sziget Eye» de más de 65 metros de altura, es un punto de vista excepcional para poder contemplar la Isla y más allá. Las vistas de Budapest a plena luz, o con su viva iluminación nocturna, conforman una estampa que también retendremos en la memoria entre los espectáculos visuales que hemos atesorado en esta isla sin par.
La sensación de libertad se respira en el ambiente. ¡Y se repite cada año! En muchos aspectos, me recuerda al increíble festival del «Burning Man«, aunque, según sus directores «aquí no se queman cosas» :-P También con una tradición que surgió hace más de 20 años, agrupando eventos imaginativos y con aspiraciones de ser algo memorable en las vidas de quienes los experimentan.
Sziget, al estar en el corazón de Budapest, es un mar de posibilidades. Puedes combinar las intensas zambullidas en el festival con visitas a lugares fuera de la isla. Puedes quedarte toda la semana en Sziget o recorrer otros puntos de la capital húngara, combinar unas vacaciones con todo lo que sueñes dentro y fuera de las fronteras de tu imaginación. La propia organización de Sziget te ofrece facilidades para reservar distintos paquetes para viajar al festival: con alojamiento en hotel fuera de la isla, con derecho a acampar en ella, todo incluido… hay tickets para todos los gustos.
Los paquetes están muy bien montados y te permiten despreocuparte un poco de la búsqueda, al mismo tiempo que te acercan a otros festivaleros con tu mismo destino. Si vas por tu cuenta, puedes vivir todo el Sziget por unos 229€ (abono de 7 días + camping) o escoger entradas de sólo un día, por 49€ -créeme, ¡te sabrá a poco!-. Además, Hungría es un país mucho más barato que la gran mayoría de países europeos, por lo que verás que comer, desplazarte y divertirte allí ¡sale a muy buen precio! :)
En combinación con el abono al festival, puedes hacer uso de un Citypass: una muy buena idea que te permite, durante toda la semana sólo enseñando tu pulsera, explorar piscinas y spas de toda la ciudad y disfrutar de museos e interesantes visitas guiadas.
¿Te vienes a Szieget 2014? ;)