Si eres de los que te pasas todo el día con tu reproductor de audio pegado a la oreja, te recomiendo que le des un vistazo a los siguientes datos, sacados de la advertencia que ha dado la Comisión Europea, en un dictamen del Comité Científico de los Riesgos Sanitarios Emergentes y Recientemente Identificados (CCRSERI), contra los riesgos de utilizar dispositivos reproductores de música personales de bolsillo (MP3, iPod, móvil, etc.) más de la cuenta, según he podido leer en El País. Es de destacar los siguientes dato:
Escuchar más de una hora al día cada semana durante al menos cinco años puede provocar una pérdida irreversible de audición.
Según las normas de la Unión Europea el volumen de los reproductores musicales debe estar limitado a un máximo de 100 decibelios. Pero parece ser que este límite es insuficiente. "Escuchar música con estos aparatos a un volumen superior a 89 decibelios durante cinco horas a la semana puede acarrear una pérdida de audición". Un nivel de escucha que estaría superando los límites de ruido autorizados en los lugares de trabajo.
"Me preocupa que tantos jóvenes que utilizan con frecuencia reproductores de música personales y teléfonos móviles a niveles acústicos elevados puedan estar provocándose, sin saberlo, daños irreparables en su capacidad auditiva", declaró Meglena Kuneva, comisaria europea de Consumo.
Los datos hablan por sí solos: entre 50 y 100 millones de personas utilizan a diario reproductores MP3, según los datos de la Comisión. Por lo que en dos décadas los jóvenes expuestos a contaminación sonora vinculada a actividades de ocio se ha triplicado. Todo esto al mismo tiempo que ha aumentado, la venta de reproductores de audio portátiles —se calcula que en los últimos cuatro años se han vendido unos 350 millones de este tipo de aparatos— y los teléfonos móviles con función de reproducir música.
"Al llevar los cascos pierden las referencias externas y no tienen una idea del volumen o la intensidad a la que están usando el aparato". Antoli Candela, presidente de la Comisión de Otología española, que añade: "Todo lo que sea superar 60 decibelios a más de una hora sin interrupción es un riesgo para un tipo de lesión que, además, no tiene cura".
Para que todo no sea malo, existen estudios que han comprobado que la música dentro de las oficinas, puede ser un buen estimulante en la productividad del trabajo, pero siempre ten en cuenta el volumen, si la escuchas con auriculares.
Escrito por: Toni (Cosas Sencillas).
En el caso laboral, quizá bajo mutuo acuerdo y con pequeños grupos es recomendable lanzar la música al aire y compartirla. Pero es difícil que a todos nos guste lo mismo
16 de octubre de 2008Mi hermana me echa la bronca todos los años cuando llego con el resultado del reconocimiento médico y me dicen que estoy como una tapia… bueno, ellos dicen que oigo normal, ella deduce que estoy como una tapia.
16 de octubre de 2008Pues si, el menda lerenda, tras abusar mucho de volúmenes altos (algo inevitable siendo músico callejero y técnico de sonido), tiene una pérdida severa de audición en la franja de los 4.000 Hz. En el oído derecho más que en el izquierdo. Una posible causa también es el montón de horas que he hablado con el móvil, que siempre tienes que tener al máximo de volúmen si estás en sitios ruidosos.
Haced caso al consejo de Álex…
16 de octubre de 2008Yo también doy fe de ello, después de (y aun sigo) trabajar como Dj en el mundo de la noche, he empezado a perder audición en el oido izquierdo. Es normal siempre y cuando se tenga en cuenta que trabajamos con cascos de alta fidelidad a altos volúmenes para poder oir por encima del general de la sala, eso unido a los monitores de cabina… hacen que al final de la noche salgas con los oidos retumbándote aún.
Pues sí, empezando a perder el oido, y tengo 23 años asi que…
16 de octubre de 2008pues digo a todos lo sgte es meor que si quieren escuchar mejor y no perder los oidos es mejor estar descansando una semana sin nada de aparatos nio celulares estar al menos una semana o un dia y vera que uno siente el cambio y vera que asi no pierdes mucho
17 de octubre de 2008